(EFE).- Un total de 1.820 inmigrantes han muerto en los primeros cinco meses de este año cuando intentaban atravesar en precarias embarcaciones el mar Mediterráneo hacia Europa, según datos publicados hoy por la agencia vaticana Fides.
De esas 1.820 víctimas, 1.633 perdieron la vida cuando se dirigían a Italia, precisó Fides, que subrayó que el balance es probablemente “aún más trágico” si se tiene en cuenta los casos de embarcaciones que naufragaron, de las que nunca se tuvo noticias.
Según Fides, desde 1990 por lo menos 17.597 personas murieron “a lo largo de las fronteras” de Europa, y en los últimos años los cambios geopolíticos que afectan a los países del norte de África, en particular el conflicto en Libia, “empujan” a miles de personas a emprender “peligrosas travesías” a través del Mediterráneo.
Fides localiza Túnez y Libia como las dos principales procedencias de los flujos migratorios desde comienzo de 2011, y señala que 187 personas murieron ahogadas en la ruta tunecina.
Otras 1.633 perecieron en la ruta libia, según Fides, que señala que la mayoría de esas personas eran subsaharianas.
“Las condiciones de que los que provienen de la Libia en guerra es de extrema vulnerabilidad. Amenazados por todas las partes en conflicto, se ven obligados a emprender una travesía en viejas embarcaciones, sobrecargadas, en busca de un refugio seguro en Europa”, señaló Fides, que agregó que “ante esos datos no se pude permanecer en silencio”.
La agencia vaticana subrayó que se trata de hombres, mujeres y niños que huyen de la guerra, de graves violaciones de los derechos humanos y de persecuciones “y en vez de encontrar un lugar seguro, encuentran la muerte”.