Sudáfrica: el país que ha aprendido a vivir con el virus del sida
Treinta años después del descubrimiento del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del sida, Sudáfrica, el país con más casos del mundo, afronta con esperanza la reducción en el número de contagios y de muertes gracias a los nuevos tratamientos.
"Positive Talk" (Hablar en Positivo) es el programa de salud de la emisora pública Metro FM de Johannesburgo, en el que esta semana se habla de sida, con motivo del 30 aniversario de la primera detección.
Desde el micrófono de Metro FM, su presentadora, Criselda Kananda, una de los 5,6 millones de sudafricanos infectados por el VIH, lanza a los oyentes una pregunta comprometedora: "¿Qué hemos aprendido en estos treinta años?".
"Hemos aprendido que no hay una varita mágica para controlar el VIH", responde desde su despacho en Johannesburgo Scott Billy, asesor de la Sociedad de Salud Familiar, que desarrolla programas de prevención de este virus en Sudáfrica.
"Hay que educar a la gente, cambiar normas sociales, facilitar condones, realizar análisis de sangre y poner a la gente bajo tratamiento. Parece que el número de infecciones se reduce y, por primera vez en la vida, podemos ser optimistas", añade Billy.
El sur del continente africano cuenta con las tasas más elevadas de prevalencia del VIH, con Suazilandia (25,9 por ciento), Botsuana (24,8), Lesoto (23,6 por ciento) y Sudáfrica (17,8), según las estadísticas del programa de las Naciones Unidas para el sida (ONUSIDA).
Pero la prevalencia de la infección entre los jóvenes en la región este y sur de África se ha reducido en un 25 por ciento, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Aun así, 190.000 personas de entre 15 y 25 años contrajeron el virus durante 2010 en Sudáfrica y 5.600 lo hicieron en Suazilandia, un país que no llega al millón y medio de habitantes, según ONUSIDA.
Los programas de educación y uso del preservativo, la circuncisión -que reduce en un 60 por ciento el riesgo de contagio en varones- y la detección temprana empiezan a revertir la imparable curva ascendente de afectados por el VIH.
"Se han cometido grandes errores en estos treinta años; no reconocimos el problema ni actuamos en un principio, y, cuando reaccionamos, la enfermedad ya se había generalizado", reconoce la doctora Asha Mohamud, asesora de la oficina de África meridional del UNFPA.
Más de 5,5 millones de sudafricanos viven con el virus del sida, de los cuales 1,5 se benefician del programa de tratamiento con antiretrovirales más ambicioso del mundo, con un coste anual para el Ejecutivo de Pretoria de 4.200 millones de rands (unos 428 millones de euros).
Los fármacos reducen la presencia del patógeno a límites casi indetectables y les permiten mantener relaciones sexuales, dar a luz sin riesgo de contagiar al bebé y alargar su expectativa de vida.
Según las estimaciones de la Sociedad Actuarial de Sudáfrica, el tratamiento con antiretrovirales ha salvado 63.000 vidas en los últimos seis años.
"Imagina lo que es salir del doctor diciéndote: "estás embarazada, tienes un virus que va a matarte y no podemos hacer nada por ti". Te sientes sin esperanza, desamparada", explica la locutora Criselda Kananda recordando el día en que le diagnosticaron el VIH.
"Pero hay mucha desinformación" -añade-. "En este programa explicamos en qué consiste la inmunodeficiencia, y cuando dejas de juzgar a la gente, asumir que se han infectado por ser promiscuos o por su conducta sexual, mucha gente se abre y pide ayuda, y te cuenta que es posible vivir con el VIH y no desarrollar el sida".
Los prejuicios sociales en torno a la enfermedad continúan siendo uno de los principales problemas en la prevención del virus del sida. "Yo siempre digo: te arrepientes y te escondes, ¿pero acaso eso te va a quitar el virus? No, el VIH siempre va a estar ahí" explica la locutora.
"O aprendes a vivir con los cambios, o por el contrario dejas que esto te cambie a ti, y eso sólo te conduce a la muerte. Mueres cuando sientes que eres menos valioso, menos persona, simplemente por tener una infección vírica".
EFE