El ministro de Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, aseguró al inicio de la reunión ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), este miércoles en Viena, que su país no está de acuerdo en aumentar la cuota de producción en vigor del cártel.
"Pensamos que no. El mercado está en balance y tenemos que esperar a ver cuál es la situación hacia final de año", dijo a la AFP minutos antes de iniciar la reunión ministerial.
"No necesitamos introducir más petróleo en el mercado. Tenemos bastante", apostilló antes de señalar que el precio está "bajando" y que hay que "protegerlo".
Los ministros y representantes de la OPEP deben decidir este miércoles si mantienen o aumentan el techo de producción, situado en 24,84 millones de barriles diarios desde enero de 2009, o adecuarlo a la producción real que es de 26,15 mbd, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) correspondientes a abril.
Algunos países, en particular en el Golfo, desean aumentar la cuota para compensar la caída de la producción en Libia a raíz de la revuelta iniciada en febrero que ha pasado de 1,49 mbd a unos 200.000 bd.
Ramírez considera que el precio actual, que evoluciona en torno a los 115 dólares en el caso del Brent del mar del Norte en Londres y alrededor de los 100 para el West Texas Intermediate (designación del "light sweet crude" negociado en EEUU), está "sobrevaluado por la situación en Libia".
"Debemos ser cautelosos" porque en cuanto este factor desaparezca, "el precio volverá a bajar", dijo.
Para Venezuela, el precio "justo" del barril de petróleo se sitúa en torno a los "100 dólares".
El ministro también aseguró que hará una protesta contra las sanciones que ha impuesto Estados Unidos a la estatal petrolera venezolana PDVSA por sus relaciones con Irán, en la reunión de la OPEP, de la que espera una condena que se refleje en la declaración final.
No obstante, advirtió que su país "nunca usará el petróleo como arma" en contra de dichas sanciones, y prefirió "esperar y ver" la evolución de la situación.
Estados Unidos castigó a PDVSA el 24 de mayo por sus relaciones comerciales con Irán, porque a su juicio contravienen las sanciones internacionales decididas contra este país por su programa nuclear.
Las sanciones le impiden a la estatal venezolana participar en contratos directamente con Washington, acceder a programas de financiamiento para exportaciones o importaciones u obtener licencias para tecnologías petroleras estadounidenses.
AFP