Hasta ahora los camiones mexicanos tenían prohibido distribuir su carga a sus clientes en EE.UU. y debían transferirla a empresas estadounidenses en los puertos de la frontera.
La medida, promovida por sindicatos y empresas transportistas de EE.UU, se basaba en las supuestas deficiencias en el mantenimiento de la flota mexicana.
En marzo pasado en Washington, los presidentes Felipe Calderón y Barack Obama pactaron el fin de la prohibición, que contravenía el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, del que ambos países son socios desde 1994, junto a Canadá.
El gobierno de México se ha comprometido a reducir y eventualmente desmontar los aranceles que impuso en 2009 como represalia a unos 100 productos estadounidenses.
BBC
