AVN .- Las armas que utiliza el narcotráfico de México provienen de Estados Unidos (EEUU), confesó el tercer hombre al mando del cartel Los Zetas, Jesús Enrique Rejón Aguilar.
"Todo el armamento se compra en Estados Unidos. Antes se pasaba por el puente, ahora se pasa por el río (Bravo). Decían que el mismo gobierno americano las vendía", dijo Rejón.
Añadió que últimamente se ha dificultado el paso de armas para Los Zetas de EEUU a México.
"Ignoramos el suceso, el porqué, nada más uno saca deducciones de que es imposible estar comprando armamento y traerlo en una cajuela, y ellos lo traen y pueden pasar libremente (...) pues tiene que haber un trato o algo, no sé, uno deduce que puede haber un trato con el gobierno (de EEUU)", señaló Rejón, reportó el portal web del canal Telesur.
La legislación estadounidense, al no limitar el acceso de los ciudadanos de ese país a las armas de fuego, facilita el tráfico ilegal de armamento en la frontera de Estados Unidos con México.
José Reveles, especialista mexicano en temas de seguridad, recordó que la Constitución de Estados Unidos establece que cualquier persona puede comprar armas de cualquier tipo en distintos establecimientos destinados para tal fin.
Sobre ese aspecto, señaló que en territorio estadounidense no existe ninguna reglamentación que imponga restricciones a la venta de armas.
La provisión de armas a los carteles de la droga de México se hizo más fácil, gracias a la denominada operación Rápido y Furioso, autorizada por la Agencia de Control de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés).
El operativo permitió el ingreso a México de más de mil armas entre 2009 y 2010 para supuestamente ayudar a las investigaciones contra los narcotraficantes.
De acuerdo con la corresponsal de Telesur en México, Laura Simón, "no sólo la Agencia estadounidense para el control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego estuvo involucrada en el contrabando de armas a México. También personal del Departamento de Seguridad interna de Estados Unidos, de la Agencia Antidrogas, de la Oficina de Inmigración y Aduanas y un fiscal del Departamento de Justicia estuvieron, al menos, enterados de la polémica operación".