Un informe de la ONU acusa al ejército israelí de haber abusado de la fuerza al abrir fuego el 15 de mayo contra refugiados palestinos que se manifestaban en la frontera israelo-libanesa, informa este miércoles el diario Haaretz.
Según el periódico, que obtuvo una copia del texto, el informe validado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, fue aprobado esta semana por los 15 miembros del Consejo de Seguridad.
El 15 de mayo, miles de manifestantes palestinos se habían concentrado cerca de la frontera con Israel para conmemorar la "Nakba" ("catástrofe" en árabe), es decir el éxodo de los palestinos tras la creación del Estado de Israel en 1948.
Cuando los manifestantes se acercaron a la barrera de seguridad que bordea la frontera, las tropas israelíes abrieron fuego con "balas reales", matando a siete civiles e hiriendo a 111 personas, afirma el informe de la ONU.
El documento señala que los militares israelíes "abrieron fuego con balas reales directamente contra manifestantes desarmados" y afirma que esta respuesta "no era proporcional a la amenaza para los soldados israelíes".
Según la versión del ejército israelí, "varios alborotadores intentaron cruzar la barrera fronteriza e infiltrarse en territorio israelí. Las fuerzas israelíes respondieron con disparos de advertencia".
Ese mismo día, otros cuatro manifestantes murieron por disparos israelíes en la parte del Golán sirio ocupado por Israel.
El informe de la ONU, citado por Haaretz, examina únicamente los actos violentos en la frontera libanesa y lo hace a la luz de una investigación de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL).
Paralelamente, el texto reprocha a los manifestantes palestinos que hubieran provocado los disturbios del 15 de mayo y critica al Hezbolá chiita por haber participado en la organización de las concentraciones en el sur del Líbano.
AFP
