Este miércoles el penal de San Felipe se encuentra en calma, pero las visitas están suspendidas hasta nuevo aviso luego de los enfrentamientos que el pasado martes ocasionaron la muerte a seis internos y heridas a otros diez.
Los familiares lograron ingresar alimentos y bebidas para los reos y reclamaron que no les dejen pasar colchonetas y ropa.
Durante la noche fueron trasladados 32 reos a otros penales y este miércoles otros 17 estaban a la espera de ser también enviados a otras cárceles.