El caso de una niña de 11 años que desapareció el pasado lunes en las afueras de Buenos Aires conmociona a Argentina, hasta el punto de que la madre de la pequeña fue recibida por la presidenta del país, Cristina Fernández, que le puso a disposición la ayuda del Gobierno.
La presidenta instruyó a la coordinadora nacional de Información de Personas Menores Extraviadas, dependiente del Ministerio de Justicia, para que se ponga a disposición de la familia de la menor.
La desaparición de Candela copa todos los canales de televisión mientras la Policía de Buenos Aires se vuelca en su búsqueda con más de 500 agentes involucrados, según aseguró hoy el ministro de Justicia y Seguridad de la provincia, Ricardo Casal.
El ministro anunció además que el Ejecutivo provincial ofrece una recompensa de hasta 100.000 pesos (23.753 dólares) para quien brinde datos veraces sobre el paradero de la niña.
El padre de Candela, quien cumple condena por robo de vehículos, declaró hoy ante la Justicia y aportó algunos datos, pero el fiscal a cargo de la causa, Marcelo Tavolaro, aseguró que la pista sugerida por él ya ha sido investigada y ha quedado descartada.
Tavolaro, que precisó que hasta el momento han realizado "más de 500 procedimientos y se recibieron miles de llamados", aseguró que aunque no descartan ninguna hipótesis, en principio no creen que se trate de un secuestro extorsivo.
Por segundo día, decenas de familiares, docentes y amigos de la menor, así como integrantes de organizaciones sociales, marcharon hoy por Hurlingham para pedir la aparición con vida de la niña.
La organización Missing Children, que puso a disposición una línea gratuita para aportar cualquier información sobre la menor, informó hoy de que el caso de Candela eleva a 210 la cifra de niños desaparecidos en Argentina.
EFE