Por primera vez en casi veinte años, la población de Singapur acudirá a las urnas para elegir a su próximo presidente.
Cuatro candidatos —todos con el mismo apellido Tan— compiten por el puesto mayormente ceremonial, que se encuentra entre los mejor pagados en el mundo de los funcionarios electos.
Uno de los candidatos, Tan Kin Lian, está ofreciendo donar a la caridad al menos la mitad de su salario, que él estimó en US$3.5 millones.
En años anteriores había un solo candidato presidencial aprobado y por lo tanto no se había realizado un voto público desde 1993.