Un niño de 11 años fue condenado hoy a 18 meses de rehabilitación en un centro de menores por robar un cubo de basura durante los recientes disturbios de Londres, lo que le convierte en el más joven de los procesados por estos incidentes.
El niño, que no puede ser identificado por razones legales, sustrajo, el 8 de agosto, un cubo de basura valorado en 50 libras (unos 56,5 euros) de unos grandes almacenes de la localidad de Romford, al norte de Londres.
Durante ese incidente, un grupo de hombres rompió los escaparates de la tienda causando unos daños valorados en 6.000 libras (unos 6.700 euros), y un policía vio en ese momento al niño aprovechar la ocasión para hacerse con el cubo.
El juez, al leer la sentencia, aseguró hoy que se trataba de un incidente muy grave y que si el condenado fuera un adulto habría ido a la cárcel.
El niño se encontraba bajo supervisión de los servicios sociales debido a que cinco días antes sustrajo con un cuchillo la gomaespuma de los asientos de un autobús e intentó quemarlos.
Tras conocerse la condena, la organización benéfica Barnardo, dedicada a la infancia, criticó los castigos de los tribunales a niños de esta edad por "delitos pequeños" calificándolos de "contraproducentes".
"La experiencia demuestra que después de un año, la mitad de los niños y niñas de esta edad que son condenados por un tribunal volverá a cometer un delito, y además su experiencia con el sistema judicial incrementa las probabilidades de que vuelvan a delinquir", explicó Anne Marie Carrie, responsable de esta organización.
Cerca de 1.500 personas, de las que el 22 por ciento son menores de 18 años, han sido procesadas por su implicación en la ola de violencia que sacudió del 6 al 9 de agosto varias ciudades inglesas.
El niño, que no puede ser identificado por razones legales, sustrajo, el 8 de agosto, un cubo de basura valorado en 50 libras (unos 56,5 euros) de unos grandes almacenes de la localidad de Romford, al norte de Londres.
Durante ese incidente, un grupo de hombres rompió los escaparates de la tienda causando unos daños valorados en 6.000 libras (unos 6.700 euros), y un policía vio en ese momento al niño aprovechar la ocasión para hacerse con el cubo.
El juez, al leer la sentencia, aseguró hoy que se trataba de un incidente muy grave y que si el condenado fuera un adulto habría ido a la cárcel.
El niño se encontraba bajo supervisión de los servicios sociales debido a que cinco días antes sustrajo con un cuchillo la gomaespuma de los asientos de un autobús e intentó quemarlos.
Tras conocerse la condena, la organización benéfica Barnardo, dedicada a la infancia, criticó los castigos de los tribunales a niños de esta edad por "delitos pequeños" calificándolos de "contraproducentes".
"La experiencia demuestra que después de un año, la mitad de los niños y niñas de esta edad que son condenados por un tribunal volverá a cometer un delito, y además su experiencia con el sistema judicial incrementa las probabilidades de que vuelvan a delinquir", explicó Anne Marie Carrie, responsable de esta organización.
Cerca de 1.500 personas, de las que el 22 por ciento son menores de 18 años, han sido procesadas por su implicación en la ola de violencia que sacudió del 6 al 9 de agosto varias ciudades inglesas.
EFE