(AFP) – Panamá pidió una auditoría de los gastos de la Organización de Estados Americanos (OEA) al denunciar que su secretario general, José Miguel Insulza, ha contratado asesores de manera oculta, lo que fue negado por el propio titular del organismo.
El embajador de Panamá, Guillermo Cochez, afirmó que Insulza ha ido conformando “una especie de OEA paralela” al contratar de manera “inconsulta y desconocida” a asesores, entre ellos al ex presidente panameño Manuel Torrijos.
Cochez aseguró que desde junio ha solicitado a las autoridades que se le ofrezca información al respecto y que hasta la fecha sólo había recibido respuestas incompletas.
“¿Será un pecado solicitar información? ¿Será prohibido preguntar sobre estas cosas al secretario general?
Insulza negó las acusaciones al señalar que las personas a las que se refería Cochez eran dirigentes de otros organismos internacionales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), con los que se reúne para discutir temas de interés para la región.
Asimismo, a las “reuniones de consulta”, que “no son remuneradas”, asisten ex dirigentes y líderes del continente así como analistas, dijo Insulza.
“No se les paga, son personas importantes y conocidas dentro del mundo internacional”, explicó. “Se le ha causado a esta organización un daño gravísimo” con las denuncias del embajador panameño, lamentó el secretario general, visiblemente enfadado.
Si hay algún gasto, se financia con fondos extraordinarios de algunos países, señaló.
“Estas personas hacen aquello que se dice que es importante hacer(…) la diplomacia discreta”, porque en muchos casos colaboran con la OEA para desactivar conflictos en la región, agregó.
La posibilidad de la auditoría será discutida en una próxima reunión de la OEA, adelantó el presidente del Consejo Permanente, su órgano político, el guatemalteco Jorge Skinner-Klee.
