Investigadores en el Reino Unido encontraron evidencia de que químicos presentes en un alga podrían utilizarse como protector solar para humanos.
El alga, que crece sobre los corales en aguas poco profundas de la Gran Barrera de Coral en Australia, produce un compuesto conocido por su capacidad para proteger tanto a la planta como a los corales de los rayos ultravioletas.
Los científicos también hallaron que los peces que comen corales también logran protección.
Esto significa que el ingrediente clave en el compuesto pasa a través de la cadena alimenticia y que podría funcionar en seres humanos.
Los experimentos en la piel de los humanos podrían iniciarse en el lapso de dos años.
