Muchos de nosotros, generamos residuos y los desechamos sin pensar en el impacto que estamos generando en el medio ambiente. Para poder superar esta situación, es necesario que cambiemos nuestros hábitos de consumo y que seamos conscientes de que todo lo que ya no nos es de utilidad, puede ser reciclado ayudando a reducir la contaminación del Planeta.
De acuerdo a un informe elaborado por la organización ecologista Greenpeace, en los países desarrollados, cada persona genera, aproximadamente 1,30 kilos diarios de basura, lo cual se traduce en 500 kilos anuales de desechos de todo tipo que, si no se los trata y recicla adecuadamente, se transforman en agentes contaminantes del medio ambiente. De ahí deriva la importancia de que cada uno de nosotros tome consciencia y empiece a interesarse por el destino final de los residuos que genera.
¿Es todo lo mismo?
Por supuesto que no. La basura que cada individuo genera se puede clasificar en:
Orgánica: es la que proviene de la materia viva y puede ser degradada de forma biológica, es decir, con el tiempo se descompone, y pasa a formar parte del suelo. Dentro de esta categoría se encuentran:
- Restos de alimentos.
- Residuos de café y de té.
- Pasto.
- Hojas, ramas y flores.
Inorgánica: son todos los desechos que no son biodegradables, es decir, que no se pueden descomponer de forma natural, pero que sí se pueden reciclar:
- Plástico.
- Vidrio.
- Latas.
- Hierro.
- Cerámica.
- Materiales sintéticos.
Residuos sanitarios no reciclables: son todos aquellos que poseen fluidos orgánicos, como:
- Pañales descartables.
- Algodones y gasas.
- Toallas femeninas.
- Pañuelos descartables.
- Jeringas.
- Colillas de cigarrillo.
- Condones.
Estos desechos, al ser altamente contaminantes deben ser incinerados para evitar la propagación de enfermedades infecciosas.
Cada cosa en su lugar
- Como se puede advertir, es un grave error desechar toda la basura en el mismo contenedor, ya que hay materiales como, por ejemplo, el vidrio, que tardan 4000 años en degradarse.
- Es importante que, en nuestras casas, separemos los residuos en biodegradables, no degradables y los sanitarios no reciclables; además, debemos informarnos acerca de la existencia de lugares adonde podamos depositar vidrio, metales, latas de gaseosas, envases plásticos y diarios y revistas.
- En cuanto a la basura biodegradable, los camiones de recolección de residuos se encargan de transportarla a áreas a cielo abierto en las cuales se la incinerará, o tratará para convertirla en abono para el suelo. También, es común que se emplee como relleno sanitario, lo cual es altamente contaminante.
- Un relevamiento elaborado por Eurostat, organismo de investigaciones pertenencente a la Unión Europea, reveló que un 20 por ciento de la basura se incinera, un 23 por ciento se recicla y un 17 por ciento es aprovechado para abono de plantas. Países como Alemania, Austria y Holanda son los que más aprovechan los desechos como abono de la tierra.
Basura electrónica o “e-waste”
- Teléfonos móviles, computadoras, televisores y demás aparatos eléctricos, cuando se transforman en desecho generan una importante contaminación ambiental debido a la cantidad de sustancias químicas tóxicas y metales pesados que los componen.
- En general, en aquellos países en los cuales no existe legislación al respecto, los productos electrónicos obsoletos se arrojan en los basurales a cielo abierto o se los incinera, lo cual libera gases tóxicos, sumamente perjudiciales para el medio ambiente.
- En países desarrollados, existen leyes y marcos regulatorios, cuyo principio es el de la “responsabilidad extendida del productor”, lo cual significa que los fabricantes de aparatos electrónicos y eléctricos deben hacerse responsables de los mismos, una vez que se desechan.
Importando basura
Los países en vías de desarrollo, no sólo generan su propia basura electrónica sino que, además, importan la de los países desarrollados para repararlos y reutilizarlos. ¿La consecuencia? Esta “e- waste” termina siendo desechada sin un tratamiento adecuado, generando mayor contaminación ambiental.
Todo empieza en casa
Si queremos contribuir a la mejora del medio ambiente, es necesario que empecemos a consumir y desechar en forma consciente. Es importante que todos los miembros del hogar se pongan de acuerdo y adopten un comportamiento “ecológico” y sean consecuentes con el mismo.
- Coloque recipientes de diferente color, según el tipo de basura que desecha.
- Evite el uso de servilletas y pañuelos descartables. Use los de tela.
- Prefiera detergentes y jabones líquidos en envases reutilizables, para no generar un exceso de desechos plásticos.
- Al comprar algo, rechace embalajes y envoltorios excesivos.
- Use bolsas de tela o de material reciclado a la hora de hacer las compras.
- Limite la compra de bebidas en envases plásticos o de metal. Opte por los de vidrio.
- Reutilice las bolsas plásticas que nos entregan en negocios para desechar residuos.
- Eduque a los más pequeños, desde temprano, para que incorporen el hábito del “desecho a consciencia”.
- Infórmese en organizaciones gubernamentales y no gubernamentales acerca de lo que se hace con los desechos en el lugar en el cual vivimos.
¿Cuánto tarda en degradarse?
- Latas de aluminio: 80 años.
- Vidrio: se erosiona como las rocas, por lo que su descomposición puede durar un millón de años.
- Bolsas de plástico: de 10 a 20 años.
- Envoltorios plásticos de comida: 5 años.
- Pilas alcalinas: 50 años.