No es un secreto para nadie que el botox disminuye las posibilidades de expresión facial, pero un nuevo estudio publicado en la revista “Social Psychological and Personality Science” afirma que, así como las personas que se han inyectado botox pierden flexibilidad muscular y se ven imposibilitadas de expresar emociones e imitar las de otros, ¡también se limitan sus posibilidades de entender lo que los demás están sintiendo! Todos somos capaces de imitar las expresiones faciales de los demás en respuesta a las emociones que percibimos de ellos, pero los investigadores creen que la toxina botulínica interfiere en ese proceso de retroalimentación facial e imposibilita que la persona que se ha inyectado botox pueda pensar o entender los sentimientos de los demás.
esteticaysalud.
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