Los médicos chinos consiguieron separar, tras seis horas de operación, a dos niñas de cuatro meses que habían nacido unidas por el pecho y el abdomen, informó hoy el diario oficial "China Daily".
Las siamesas, llamadas An An y Xin Xin y nacidas en abril, se encuentran en condición estable en el Centro Médico Infantil de Shanghái, aunque los médicos señalan que necesitarán asistencia respiratoria durante algún tiempo.
"Las niñas tenían corazones separados, por lo que la conexión no era complicada", señaló Chen Qimin, uno de los doctores que participó el lunes en la operación, que involucró a cuatro equipos médicos que trabajaron de forma simultánea durante unas seis horas.
"Además de separar los corazones y los hígados, tuvimos también que reestructurar el pecho con placas de aleación de titanio", agregó Chen.
La siamesas nacieron unidas por el tejido que envuelve el corazón y por los hígados, por lo que fueron transferidas en abril al hospital donde han sido operadas a las dos horas de su nacimiento.
"En ese momento pesaban en total 4,9 kilos, y necesitaban ganar peso antes de que pudiéramos operarlas. El lunes alcanzaron los 10 kilos", agregó Chen.
La madre de las siamesas, una mujer de 39 años de la vecina provincia de Zhejiang, descubrió que estaba embarazada de siamesas a las 18 semanas de gestación, según el rotativo chino, y decidió seguir adelante tras saber que las niñas estaban unidas por los mencionados órganos y por el esternón.
El Centro Médico Infantil de Shanghái ha separado con anterioridad a otros siameses, aunque el caso de estas bebés fue el primero en el que se registró la anomalía durante el embarazo.
La incidencia de los nacimientos siameses en todo el mundo es de un caso por cada entre 50.000 y 100.000 nacimientos.
China registra un nivel más alto de deformidades congénitas, ya que cada año entre 800.000 y 1,2 millones de recién nacidos padecen enfermedades congénitas, como problemas cardiacos, labio leporino, paladar hendido o problemas digestivos.
Las siamesas, llamadas An An y Xin Xin y nacidas en abril, se encuentran en condición estable en el Centro Médico Infantil de Shanghái, aunque los médicos señalan que necesitarán asistencia respiratoria durante algún tiempo.
"Las niñas tenían corazones separados, por lo que la conexión no era complicada", señaló Chen Qimin, uno de los doctores que participó el lunes en la operación, que involucró a cuatro equipos médicos que trabajaron de forma simultánea durante unas seis horas.
"Además de separar los corazones y los hígados, tuvimos también que reestructurar el pecho con placas de aleación de titanio", agregó Chen.
La siamesas nacieron unidas por el tejido que envuelve el corazón y por los hígados, por lo que fueron transferidas en abril al hospital donde han sido operadas a las dos horas de su nacimiento.
"En ese momento pesaban en total 4,9 kilos, y necesitaban ganar peso antes de que pudiéramos operarlas. El lunes alcanzaron los 10 kilos", agregó Chen.
La madre de las siamesas, una mujer de 39 años de la vecina provincia de Zhejiang, descubrió que estaba embarazada de siamesas a las 18 semanas de gestación, según el rotativo chino, y decidió seguir adelante tras saber que las niñas estaban unidas por los mencionados órganos y por el esternón.
El Centro Médico Infantil de Shanghái ha separado con anterioridad a otros siameses, aunque el caso de estas bebés fue el primero en el que se registró la anomalía durante el embarazo.
La incidencia de los nacimientos siameses en todo el mundo es de un caso por cada entre 50.000 y 100.000 nacimientos.
China registra un nivel más alto de deformidades congénitas, ya que cada año entre 800.000 y 1,2 millones de recién nacidos padecen enfermedades congénitas, como problemas cardiacos, labio leporino, paladar hendido o problemas digestivos.
EFE
