Durante el despliegue de 600 funcionarios de este cuerpo policial en la parroquia La Vega, destacó: “Los muchachos que se acaban de graduar no eran policías y recibieron una instrucción en derechos humanos, uso de la fuerza y servicio comunal”.
Indicó que es necesario repotilizar el tema de la seguridad, ya que los voceros de la derecha quieren imponer el modelo de “disparen primero y averigüen después, porque creen que los pobres son los delincuentes. Esa es la carga perversa de antivalores y códigos simbólicos que impuso la burguesía a través de la Ley de Vagos y Maleantes, para ametrallar al pueblo y violar sus derechos humanos”.
Las estadísticas de homicidios en el país, agregó, constituyen un tema de compromiso moral que debe sacudir a los revolucionarios.
Además, el ministro destacó la incapacidad de algunos gobernadores para hacer frente al aumento de la delincuencia.
“Por ejemplo, Miranda es el estado con la mayor criminalidad del país y el gobernador tiene 2.500 oficiales. Este año vamos a formar policías para asumir esta seguridad, ya que donde gobierna la derecha se ha fracasado en la política de seguridad”, indicó.
En contraposición, para desarrollar un plan científico en la materia, el Gobierno Nacional ha considerado tres variables: la densidad poblacional, la extensión territorial y la ocurrencia delictiva, “para garantizar la tasa de encuadramiento, y así lograr que la prestación del servicio de policía llegue a todas las comunidades”, expresó.
