Diabetes, obesidad e hipertensión, son las principales enfermedades que pueden detonar una fibrilación auricular, una arritmia cardiaca en la que el corazón late de prisa y de no ser tratada a tiempo puede causar un derrame cerebral.
Para el cardiólogo, Enrique Ruiz Mori, lo grave de la enfermedad, es que pasa desapercibida y no se diagnostica oportunamente, ya que un corazón normal late 60 y 100 veces por minuto, cuando excede esa cantidad ya se habla de una arritmia cardiaca.
“Unos 110 o 115 latidos por minuto pasaran desapercibos por el paciente, solo sentirá la molestia si hace un poco de esfuerzo como caminar a paso ligero unas 2 o 3 cuadras, y lo atribuirá a que está fuera de forma", sostiene el especialista.
Ruiz Mori recalcó que si esto se presenta en personas deportistas o en los que viven en altura, la molestia pasará aún más desapercibida porque su corazón está preparado para el esfuerzo.
"Desafortunadamente, la mayoría de los pacientes ignora que quien padece de fibrilación auricular corre el riesgo de sufrir una embolia que lo puede dejar incapacitado o, incluso, llevarlo a la muerte", agregó.
RPP