La bomba de 500 kilogramos y 1,10 metros de largo apareció durante una excavación en el centro de la ciudad.
Las autoridades activaron de inmediato la alarma de catástrofe y ordenaron la evacuación total en un radio de 800 metros, explicó el jefe de la policía local, Bernd Wiegand.
La orden provocó escenas dramáticas: entre los evacuados estaban los alumnos de seis escuelas y 500 pacientes de un hospital, que debió cancelar decenas de operaciones.
Mientras bomberos y ambulancias llegaban a la zona, los vecinos eran llamados a abandonar sus casas por altavoces y trasladados en autobuses a un pabellón deportivo. Las calles quedaron paralizadas y vacías, los negocios cerrados.
“No recuerdo que tuviésemos algo así”, dijo la alcaldesa de Halle, la socialdemócrata Dagmar Szabados, que sin embargo destacó la velocidad con que se llevó a cabo el operativo.
Los expertos pudieron desactivar el explosivo ya entrada la noche y tras varias horas de trabajo, confirmó a dpa la portavoz del gabinete de crisis creado por el incidente.
En Alemania siguen encontrándose regularmente detonadores de bombas no explotadas lanzadas por las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Reino Unido durante la guerra hace 70 años.
A diferencia de la mayoría, el proyectil aparecido hoy seguía siendo muy peligroso, según los expertos.