“Faltan 5 pa` las 12, el año va a terminar, me voy corriendo a mi casa a abrazar
a mi mamá”. Así suena una de las canciones más tradicionales para despedir el
año viejo en Venezuela, y es que entre música y fuegos artificiales los
venezolanos inician los preparativos para darle la bienvenida al año que llega y
despedir al que se va.
En casi todas las regiones del país las costumbres se mantienen. El 31 de
diciembre es una fecha especial para lucir los mejores estrenos, compartir en
familia y degustar una cena con los platos más tradicionales de estas fechas,
pero, además, también es un día donde salen a relucir los más variados
ritos para atraer la dicha durante los doce meses siguientes.
La mesa suele ser el centro de la celebración. La cena de año nuevo hace gala
de los mejores platos de la gastronomía navideña. Las hallacas, el pan de jamón
y el pernil son infaltables.
Los rituales del año nuevo
Algunos inician el día número 365 del año con una limpieza profunda del
hogar. Este procedimiento debe realizarse de adentro hacia fuera con agua y
desechar el agua usada fuera de la casa para eliminar la energía negativa. Botar
las cosas inservibles o innecesarias permite que la energía positiva
circule libremente.
Minutos antes de las 12, los recuerdos de los momentos vividos en el año que
se va se combinan con los rituales para tener un mejor futuro.
Abrir las puertas y ventanas para que un año entre y el otro se marche es una
práctica bien extendida en los hogares de todo el país. Lo que parece no faltar
en ningún hogar venezolano es la costumbre de comer 12 uvas y pedir un
deseo con cada una, mientras transcurren los doce últimos minutos del
año.
Entre otras de las creencias más conocidas está tener en la mano un
puñado de lentejas para atraer las prosperidad. Quienes esperan viajar
pronto la tradición dicta dar una vuelta a la calle con un par de maletas,
romper las copas para dejar el pasado atrás y abrir paso al
futuro prometedor del nuevo año y ponerse ropa interior amarilla para la buena
suerte o roja para conseguir el amor ideal.
Muchos venezolanos suelen guardar un billete en el bolsillo
para garantizar que contarán con dinero todo el año.
Luego de efectuar uno a uno los rituales y escuchando en alguna emisora el
conteo final y la famosa poesía de Andrés Eloy Blanco “Las uvas del tiempo”, a
las 12 en punto llega ese tan esperado y caluroso abrazo, con el que
deseamos a familiares y amigos que el venidero año sea muy feliz.
Por María Orsatti Ascanio