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lunes, 30 de enero de 2012

El desempleo desafía a los líderes de la UE


¿Misión imposible? Tras la amenaza de recesión que pende sobre la zona euro para este año, y para el siguiente también para España e Italia, los líderes de la Unión se reúnen hoy en Bruselas con el propósito de afrontar el inquietante drama que afecta a más de 23 millones de desempleados y el creciente malestar social. Buena prueba de ello es la huelga general que paralizará hoy Bélgica, la primera desde 1993, y que obligará a los dirigentes europeos a desplazarse en helicóptero y emplear bases militares. Las recetas que llevan en sus carteras los líderes europeos no suponen, sin embargo, ningún cambio de dirección a las medidas de ajuste y austeridad aplicadas hasta ahora. Se trata de mantener el rigor y a la vez de estimular el crecimiento pero sin nuevos recursos. La crisis griega y el deterioro de la situación de Portugal, estarán muy presentes en la reunión.
En algunos países como España y Grecia, con la mitad de jóvenes sin trabajo, la idea de una generación perdida va tomando cuerpoante la falta de respuestas efectivas nacionales o europeas. Las fórmulas que se barajan no despiertan mucha confianza. “Es como dar una aspirina a un enfermo de cáncer”, lamenta un funcionario comunitario.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 17 países del euro y los demás que voluntariamente quieran, tratarán de culminar las discusiones sobre el Tratado Intergubernamental sobre la disciplina fiscal que consagra la Regla de oro en las Constituciones nacionales, que prohíbe incurrir en un déficit superior al 0,5%, lo que implicaacelerar el ajuste presupuestario para la mayor parte de ellos. También tratarán de aumentar las capacidades del Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE), para ayudar a los países con dificultades para financiar su deuda en los mercados.
Aunque oficialmente no se reconoce en la práctica existe un ciertotrade off o intercambio de concesiones, establecido por Alemania. Si los Estados del euro incorporan en su Constitución o ley equivalente la regla de oro, la canciller alemana, Ángela Merkel, podría ir al Bundestag y pedir a sus diputados que apoyen un aumento de la capacidad del fondo de rescate MEDE desde los 500.000 millones actuales hasta los 750.000, que se creen eurobonos (emisiones de deuda común) y dar luz verde al Banco Central Europeo para que fuera más activo en la compra de deuda soberana a los países con dificultades.
En el último proyecto de conclusiones del Consejo Europeo se señala que “se han tomado decisiones para asegurar la estabilidad financiera y la consolidación fiscal, que es una condición necesaria para volver a un más elevado y crecimiento estructural y del empleo”. Y añade que “el crecimiento y el empleo sólo se reanudarán si perseguimos un enfoque más amplio combinando una inteligente consolidación fiscal preservando la inversión en el crecimiento futuro, sólidas políticas macroeconómicas y una activa estrategia de empleo”.
En este sentido, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha afirmado que “no podemos construir Europa sólo sobre la idea de disciplina y sanciones, necesitamos también la idea de convergencia, de solidaridad, necesitamos dar esperanza a los ciudadanos”. Un lenguaje que ha sido calificado de “retórico” por parte del presidente del Partido de los Socialistas Europeos, Sergei Stánishev.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que acude por primera vez al Consejo Europeo, defenderá especialmente el mejor uso de los fondos europeos para generalizar el modelo austriaco de capitalización de la indemnización por despido y limitar los sueldos de los ejecutivos de bancos que han recibido ayudas.
La medida más concreta del proyecto de conclusiones es la de “promover una primera experiencia laboral para los jóvenes y su participación en el mercado laboral”. “El objetivo”, añade, “debería ser que dentro de los cuatro meses después de dejar los estudios los jóvenes recibieran una oferta de buena de calidad de empleo, o de continuar su educación o un aprendizaje”. El documento alude para ello al empleo de recursos no adjudicados todavía del Fondo Social de Empleo, (FSE). La Comisión estima que todavía hay unos 22.000 millones de recursos del FSE no adjudicados que se podrían redireccionar y destinar a la inclusión de jóvenes en el mercado laboral o al aprendizaje.
El secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, ha indicado que los fondos disponibles en la UE, incluidos los estructurales y los de cohesión no adjudicados, todavía se podrían destinar para estimular el crecimiento y el empleo son mucho mayores. “La cifra concreta la tiene que dar la Comisión pero creo que está por encima de los 100.000 millones”, ha precisado.
La realidad del desempleo es especialmente sangrante para los jóvenes menores de 25 años, de los que 5.579.000 están sin trabajo, lo que representa un 22% de este colectivo. La situación es seriamente preocupante en ciertos países como España con una tasa de desempleo del 49,5%; Grecia, 46,6%; Eslovaquia, 35,1%; Portugal, 30,7%, Italia, 30% e Irlanda, 29,3%. En todos estos países, el número de desempleados no ha cesado de crecer. Por el contrario, en Austria y Holanda el desempleo se mantiene en torno al 8%. Alemania incluso ha reducido su tasa de desempleo desde el 9% al 8%, aunque el sistema que se presenta como modelo por la patronal de algunos países como la española incluye a siete millones de trabajadores con salarios comprendidos entre los 240 y los 400 euros mensuales. Stánishev ha recordado que su organización ha elaborado un plan para abordar el desempleo juvenil. “El desempleo juvenil en la UE cuesta 2.000 millones de euros por semana”. En su opinión debería “garantizarse a cada joven la oferta de un empleo o un curso de aprendizaje, durante los cuatro meses después de dejar los estudios o quedarse sin trabajo”. Esta idea es la que precisamente ha sido recogida en las conclusiones del Consejo. Stánishev propone que “se inviertan los fondos necesarios para sacar del desempleo al menos a dos millones de jóvenes hasta finales de 2014”.
Una reciente carta enviada por Ángela Merkel y Nicolas Sarkozy, dirigida a Herman Van Rompuy, había propuesto un Fondo para el Empleo y la Competitividad que se nutriría de los fondos europeos no gastados y que agotado el plazo deberían devolverse a los Estados. En este caso el volumen de recursos disponibles es mucho menor todavía y fuentes comunitarias cifraron en 30 millones de euros.

EL PAIS