La noticia del cierre de Megaupload por el FBI y
el posterior arresto de cuatro de sus trabajadores remeció las redes sociales,
lo que hizo inminente la aparición del grupo de “hacktivistas” Anonymous
para “hacer justicia” a su manera de la caída de uno de los sitios de
almacenamiento de ficheros más grandes del mundo.
Los primeros objetivos fueron el
Departamento de Justicia Estadounidense (justice.gov) y la
discográfica Universal (universalmusic.com); pronto le
siguieron la RIAA , Recording Industry Association of America
(riaa.org) y la MPAA , Motion Picture Association of America
(mpaa.org). Así fue atacada la importante institución estadounidense y
e íconos de la industria del entretenimiento, grandes beneficiados con
la baja de Megaupload.
Luego le tocaría el turno a la Oficina
Estadounidense de Derechos de Autor (copyright.gov) y su homóloga
francesa (hadofi.fr). El sitio de la Warner Music Group
(wmg.com) fue la siguiente víctima. BMI , Broadcast Music Inc., (bmi.com)
recibió uno de los últimos golpes.
Sin embargo, el mayor logro de la llamada
#OpMegaupload fue lograr la caída de la página web del FBI, que no pudo
soportar a un masivo ataque en la modalidad DoS (denial-of-service), donde las
solicitudes de información a un servidor superan su capacidad, trayéndose abajo
a la página web.
Anonymous celebró la caída de la agencia
norteamericana con la frase “The Internet Strikes Back” (La internet
contraataca). Según cifras proporcionadas por la organización, más de 15 mil
personas se unieron al asedio de los servidores del FBI solo en Sudamérica.
En Perú, el colectivo atacó el sitio de
APDAYC (Asociación peruana de autores y compositores), organización que se
mostró abiertamente a favor de la polémica ley SOPA.
PRI