Los cometas de la familia Kreutz son conocidos por
acercarse peligrosamente al Sol y en los últimos 15 años los científicos han
detectado unos 2.000, pero por primera vez han logrado ver desintegrarse a uno
al llegar al astro.
Un equipo de investigadores ha combinado
observaciones del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (SDO, por sus siglas
en inglés), el Observatorio Heliosférico Solar (SOHO), y el Observatorio de las
Relaciones Solar-Terrestres (STEREO) para seguir el camino del cometa C/2011
N3.
En un artículo del número del 20 de enero de la revista Science, el
profesor Carolus Schrijver del Lockheed Martin Advanced Technology Center en
Palo Alto (California) y su equipo detallan cómo el cometa entró en la corona
baja del Sol y se desintegró el 6 de julio de 2011.
Los datos de los tres
instrumentos permitieron calcular que el C/2011 N3 llegó a unos 100.000
kilómetros de la superficie solar, penetró en la atmósfera y se convirtió
primero en pedazos diminutos antes de evaporarse completamente.
Este
novedoso método para rastrear cometas podría proveer información más detallada
sobre el cuerpo del que se originó y de las partes integrantes del sistema solar
temprano, según indicó a Efe Carey Lisse, investigador del Laboratorio de Física
Aplicada de la Universidad Johns Hopkins
Lisse, que publica en el mismo
número de Science un comentario sobre el trabajo de Schrijver, destacó que los
resultados de esta observación, la primera de este tipo, sientan las bases para
las futuras mediciones de la desintegración de estos cometas.
Según
explicó, se cree que esta familia de cometas son fragmentos de un gran cometa
tipo Halley que se partió hace miles de años y su estudio también ayudará a
comprender los orígenes del sistema solar.
"La comprensión de la
construcción física de los cometas arroja una importante luz sobre cómo se fue
sumando la materia desde micrométricas motas de polvo y moléculas de gas, para
construir kilométricos cuerpos rocosos como los cometas, en los primeros
millones de años de existencia del sistema solar", afirmó el
investigador.
Según el experto la combinación de datos contribuirá a
mejorar la comprensión de la corona solar, usando los propios cometas como
partículas de prueba analizando su recorrido a través de la corona y observando
su tránsito a diferentes alturas por encima de la fotosfera, en distintos
momentos latitudes y longitudes solares.
También ayudará a trazar las
tres dimensiones la densidad de la estructura de la corona y conocer mejor las
temperaturas, en función de la desintegración del material que, en este caso,
tardó entre 20 y 30 minutos antes de desaparecer del todo.
Los cometas
Kreutz, nombrados en honor al astrónomo Heinrich Kreutz, son característicos
porque realizan unas órbitas que se aproximan demasiado al Sol durante el
perihelio.
Antes de que la NASA y la Agencia espacial Europea (ESA)
lanzaran la sonda SOHO en 1995, sólo se conocían 16 de estos cometas. Sus
particulares características han despertado el interés de astrónomos
profesionales y aficionados que han podido captar su movimiento y desaparición,
pero nunca el recorrido hasta el interior del Sol.
EFE