EFE-El número de muertos por sida en América Latina ha descendido debido al mayor
acceso al tratamiento antirretroviral, pero sigue en aumento el contagio por la
falta de programas de prevención, informó hoy el Programa de la ONU sobre el
Sida (ONUSIDA).
"Por cada persona en tratamiento tenemos dos nuevas
infecciones. Así nunca acabaremos con la enfermedad. Claro que hay que evitar
las muertes, pero más importante aún es prevenir la infección", señaló el
director regional para América Latina de ONUSIDA, César Núñez.
Dos
tercios de la inversión para luchar contra la epidemia en la región
latinoamericana se dedica al tratamiento, y el tercio restante a
prevención.
"Pero además, los programas de prevención se dedican casi
exclusivamente a la población más afectada: hombres que tiene sexo con hombres,
trabajadoras sexuales y usuarios de drogas", según Núñez.
Para Núñez, los
programas de prevención deberían ser más amplios, y abarcar a toda la población,
especialmente a los más jóvenes, que parecen haberle perdido el miedo al
sida.
"Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), el 25 % de los partos en América Latina son de menores de 17 años, lo
que quiere decir que los jóvenes tienen sexo sin protección. Aunque es un dato
indirecto, nos demuestra que los jóvenes son susceptibles de contagio. Es obvio
que falta información y educación sexual", explicó.
Se estima que cada
año se producen en la región 100.000 nuevas infecciones, y el número de personas
con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) aumentó de 1,3 millones en 2001 a
1,5 millones en 2010.
De estos, el 36 % son mujeres. Una cifra que ha
aumentado dramáticamente en los dos últimos lustros, ya que si en 2001 por cada
diez hombres infectados había una mujer, esta tasa ha aumentado a tres por cada
fémina.
Una de las razones que explican este aumento de las infecciones
entre las mujeres es que éstas son contagiadas por sus esposos o compañeros que,
con anterioridad, han tenido relaciones no seguras con trabajadoras sexuales, o
en muchos casos, con otros hombres.
De hecho el principal foco de
transmisión en la región son los hombres que mantienen relaciones con otros
hombres sin protección.
Actualmente el 64 % de la población infectada
cuenta con acceso a tratamiento, algo que debe mejorar, no sólo en número sino
en efectividad, dado que se ha detectado que en muchos casos, el tratamiento
llega "demasiado tarde, cuando la enfermedad ya se ha desarrollado".