EFE).- El vicepresidente venezolano, Elías Jaua, indicó este viernes que los
consulados de este país en Estados Unidos seguirán con el personal
actual pese a la decisión del cierre administrativo de la oficina en
Miami.
Las oficinas consulares “van a seguir operando con el personal que tienen
hasta ahora y ojalá no se desate una campaña de satanización contra el
resto de los funcionarios de los consulados nuestros en Estados
Unidos”, indicó Jaua en una entrevista con Efe.
El vicepresidente indicó que la valoración que hizo el Gobierno de Venezuela
“para el cierre de las actividades administrativas del consulado fue el riesgo
de que se siguieran tomando medidas arbitrarias contra el personal
venezolano en Miami”.
El presidente Hugo Chávez ordenó la pasada semana el cierre
administrativo del consulado en Miami después de que Washington
decidiera expulsar a la cónsul venezolana en esa ciudad, Livia Acosta, en una
decisión que el gobernante calificó de “injusta”, “atropellante” e
“inmoral”.
El Gobierno venezolano denunció el lunes amenazas contra el personal de ese
consulado y anunció la repatriación de los funcionarios.
“Es un tema de preservar la seguridad e integridad, además moral de
funcionarios, ciudadanos venezolanos que laboran en el consulado y que
fueron víctimas, están siendo víctimas, de un ataque por parte
de cierta prensa norteamericana absolutamente basada en especulaciones”,
dijo.
Preguntado por los efectos que puede traer a la población venezolana en Miami
y a los empresarios que necesitan realizar trámites allí, Jaua señaló que el
deber del Gobierno venezolano es “proteger” a sus funcionarios y por eso
se decidió el cierre de las actividades administrativas y la
repatriación del personal.
“Obviamente que eso tiene impactos en las actividades de ciudadanos
que comercian con Estados Unidos o de los ciudadanos que habitan allá,
pero de todas maneras quedaron habilitados para cumplir las funciones tanto el
consulado de Los Ángeles como el consulado de Nueva York”, indicó.
La expulsión de la diplomática se anunció después de que la cadena de
televisión Univisión transmitiera en diciembre pasado el documental “La
amenaza iraní”, sobre una supuesta planificación en 2006 para atacar los
sistemas de varias plantas nucleares en EE.UU., además de la Casa Blanca, la
Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Central de Información
(CIA).
Algunos de los entrevistados dijeron que las embajadas de Irán, Cuba y
Venezuela habían participado.