Un nuevo estudio en ratones muestra que
abstenerse de comer proteínas una semana antes de ser intervenidos
quirúrgicamente podría hacer al organismo más resistente al estrés y
trauma. Los hallazgos, que se publican en Science Translational Medicine,
van en contra de las pautas generales actuales, que tienden a aconsejar una
dieta rica en nutrientes (incluyendo proteínas), porque se piensa que así el
organismo se prepara para una curación más rápida tras una cirugía.
El equipo de Wei Peng, de la Harvard School of Public Health en Boston
(EE.UU.), administraron una dieta carente de proteínas y de aminoácidos
específicos como triptófano a un grupo de ratones durante seis días antes de la
cirugía. Descubrieron que los ratones libres de proteína estaban más
protegidos contra la isquemia y el daño hepático y renal que ocurren típicamente
durante cirugía. La isquemia está provocada por la falta de flujo de
sangre a los órganos y puede aumentar el riesgo de ataque al corazón o
ictus.
Los investigadores no están exactamente seguros de qué es lo que
desencadena dicha protección, pero sospechan que la deficiencia de
proteínas/aminoácidos altera ciertos genes metabólicos, en genes particulares
expresando proteínas GCN.
Los resultados ofrecen una evidencia de que los tipos de alimentos que un
individuo ingiere pueden rápidamente afectar la capacidad del organismo de
responder a la cirugía. Sin embargo, hace falta más trabajo en humanos para
determinar cuáles son las mejores pautas alimenticias precirugía.
ABC