(EFE).- Un completo partido de Esteban Granero guió al Real
Madrid a la remontada ante el colista, el Real
Zaragoza, y despertó al líder de la resaca de clásicos para conseguir
un triunfo que le mantiene como sólido líder (3-1).
La presencia de Granero titular por un centrocampista defensivo es algo más
que un simple cambio. José Mourinho contempla la posibilidad de juntar en la
medular a futbolistas de toque. Salir a dominar partidos sumándolo a su habitual
fútbol vertical. Ante el colista el ‘pirata’ se reivindicó. Fue el comandante.
Con licencia para mandar incluso en el lugar de Xabi
Alonso.
Fue una primera parte fría. Desangelada. Entre la asimilación de una nueva
eliminación ante el Barcelona y el cansancio que dejó la alta intensidad del
clásico copero del Camp Nou. José Mourinho tenía agradecimientos pendientes. Los
cumplió con Altintop y Carvalho, que desestabilizaron una defensa que añoró el
liderazgo de Sergio Ramos.
El líder quiso ganar al colista con la ley del mínimo esfuerzo y recibió un
castigo inicial. Solo Granero mostraba hambre de éxito. Disfrutando de un
momento en el que Mourinho deposita en él su confianza tras meses de un
ostracismo injustificado.
Se estrenaba un trotamundos como Aranda en la delantera del Real Zaragoza.
Sacó los colores a Carvalho. Fuera de forma, sin velocidad para ir al corte,
falto de confianza. Un error de concentración de Marcelo en el saque rápido de
una falta lo aprovechó Aranda que sirvió el gol a Lafita. El mismo jugador que
firmaba la sorpresa en el Bernabéu la pasada temporada cuando el Real Madrid se
dejó llevar sin nada en juego.
El presente es bien distinto. Sin licencia para el fallo si quiere mantener
el colchón de cinco puntos con el Barça, el Real Madrid estaba
obligado a reaccionar. En un momento bajo de Xabi Alonso, algo tocado
físicamente por jugar todo, fue Granero quien peleó y construyó. Hizo el trabajo
defensivo que habitualmente aportan figuras como Lass o Khedira y le añadió
además limpieza en la construcción. Faltaba que los de arriba se enchufaran.
Cristiano buscaba explicaciones a dos faltas que no encontraron puerta,
Benzema perdonaba un cabezazo y no colaboraba en la presión, Özil
comenzaba a inquietar y fue Kaká el que igualó el partido. Desaparecido
hasta ese momento. Reapareció con un balón peinado que a punto estuvo de superar
a Roberto y perdonando por un mal bote una clara ocasión desde el punto de
penalti con todo a su favor. Se quitó la espina a los 32 minutos. Un pase entre
líneas de Carvalho de larga distancia encontró la endeblez defensiva maña. El
brasileño definió bien en el mano a mano.
No supo sacar provecho el Zaragoza de los desajustes defensivos madridistas.
Hasta Obradovic cerró el primer acto con una subida que no tapó Altintop y que
perdonó Aranda rematando solo. El Real Madrid necesitaba subir de marcha y
Mourinho reactivo a sus futbolistas en el descanso.
No le hizo falta llegar a la quinta pero un poco más de actitud en la
reanudación fue suficiente. Un par de subidas de los laterales en un minuto
mostraron el cambio de mentalidad. Un disparo blando de Granero. El
resto lo hizo Özil y su magia. Regaló el tanto a Cristiando Ronaldo,
que daba la vuelta al marcador en posición dudosa. Y marcó el tercero en una
bella de jugada de equipo. Punto y final del partido en el minuto 56.
El partido de Granero permitió descansar a Xabi Alonso, pudieron marcar
Callejón y Postiga, en dos buenas intervenciones de Roberto y Casillas, y se
lesionó Marcelo mientras el Bernabéu juzgaba a Mourinho. Esta vez su nombre no
fue silbado cuando el fondo lo coreó a falta de cinco minutos para el final. El
resto de la afición guardó silencio.
- Ficha técnica:
3 - Real Madrid: Casillas; Altintop, Carvalho, Pepe,
Marcelo; Xabi Alonso (Lass, m.62), Granero, Özil; Kaká (Callejón, m.67),
Cristiano Ronaldo y Benzema (Higuaín, m.72).
1 – Real Zaragoza: Roberto; Lanzaro, Da Silva, Paredes,
Obradovic; Dujmovic, Apoño, Rúben Micael (Helder Postiga, m.55), Luis García
(Abraham, m.74); Lafita y Aranda (Barrera, m.67).