Dos personas han sido detenidas hoy en Italia en el marco de la investigación del último escándalo que ha salpicado al "calcio" por la supuesta existencia de una red de amaño de partidos y de fraude en las apuestas futbolísticas.
Se trata de Mario Cassano, portero del Piacenza, que juega en la Lega Pro italiana, y de Angello Iacovelli, persona cercana al Bari que el año pasado jugaba en la Serie A (Primera División).
Según los investigadores Iacovelli habría contribuido a alterar cuatro de los partidos disputados por el Bari durante la pasada campaña, mientras Cassano habría hecho otro tanto con cuatro encuentros de la Segunda División en las temporadas 2010-2011 y 2008-2009, informaron los medios de comunicación italianos.
Los encuentros del Bari que se encuentran bajo sospecha son los que el equipo sureño disputó contra el Milan, Sampdoria, Roma y Palermo, celebrados entre marzo y mayo de 2011, según las mismas fuentes.
Los investigadores sostienen que Iacovelli fue el punto de conexión entre los responsables de la trama que supuestamente gestionaba el amaño de los partidos y los jugadores del Bari, que fue uno de los equipos que descendió a la Segunda División al término de la pasada temporada.
Los arrestos de hoy se suman a la detención de 17 personas el pasado diciembre y de otras 16 en junio de 2011, a raíz de la investigación conducida por la Fiscalía de Cremona (norte) sobre la supuesta existencia de una red de apuestas clandestinas.
Entre los detenidos en diciembre figuraba el excapitán del Atalanta y exjugador del Mallorca español, Cristiano Doni, mientras que entre los arrestos de junio estaba el de Giuseppe Signori, exdelantero de Lazio y Sampdoria.
Signori fue arrestado bajo la acusación de formar parte de una trama que amañaba partidos de Segunda y Tercera División sobre los que posteriormente apostaban para conseguir beneficios.
A raíz de dicha investigación, el Atalanta, actualmente en la Serie A, fue penalizado por la Justicia Deportiva italiana con 6 puntos, mientras el Chievo llegó a un acuerdo por el que pagó 80.000 euros por su "responsabilidad objetiva" en la trama.
EFE