Manchester City pasó hoy página de la última derrota en liga y se impuso bajo una intensa nevada al modesto Fulham (3-0) para volver a distanciarse al frente de la tabla de sus vecinos del Manchester United, que este domingo están citados con el Chelsea en Stamford Bridge.
Sobre un césped blanco por la nieve y con un balón amarillo para mejorar la visibilidad, el Manchester City se encontró en el minuto diez con un penalti a favor que el argentino Sergio "Kun" Agüero convirtió con un disparo suave y colocado.
Una vez por delante en el marcador, los de Mancini se dedicaron a trenzar jugadas con paciencia hasta que la fortuna volvió a aliarse con ellos en el minuto treinta.
El mismo defensa que había cometido el penalti, el norirlandés Chris Baird, desvió un remate del inglés Adam Johnson de forma que el guardameta del Fulham, el australiano Mark Schwarzer, no pudo hacer más que quedarse estático para ver cómo el balón se introducía en su portería con una trayectoria inesperada.
Entre interrupciones para que los operarios del Etihad Stadium sacaran a paletadas la nieve que iba cubriendo las líneas del terreno de juego, los "citizens" elaboraron un juego más conservador durante la segunda parte.
Conscientes de que la ventaja obtenida en la primera era concluyente si no cometían errores, y ante la dificultad de elaborar un juego efectivo sobre una hierba resbaladiza por la nieve, los locales prefirieron esperar en su campo a que transcurrieran los minutos ante un Fulham inofensivo con el balón en los pies.
Con el partido sentenciado y muchos asientos vacíos en el estadio, Agüero todavía ofreció varios destellos de calidad y habilitó al bosnio Edin Dzeko, tras una jugada personal, para establecer el definitivo 3-0 a veinte minutos para el final.
EFE