“Hemos salido del infierno”. Así titula la web de la diócesis de Alcalá de Henares en España el conjunto de testimonios recibidos tras la polémica homilía del Viernes Santo, retransmitida por la televisión española, en la que el obispo Juan Antonio Reig Pla arremetió contra los homosexuales.
Según la página, un centenar de ciudadanos han enviado cartas en las que relatan el “sufrimiento vivido” durante el tiempo en que sintieron atracción sexual hacia personas del mismo sexo, a las que se refiere con las siglas AMS, y narran el bien que les hizo “iniciar y perseverar en itinerarios de libertad y esperanza".
“No puedo decir que “estoy curado” ni mucho menos, pero sí que estoy mucho mejor. Y lo que sí puedo asegurar es que yo vivía en un infierno (de mi propia soledad y desprecio) y ahora vivo con una sonrisa, queriéndome más y pudiendo querer a los demás”, se lee en una de las cartas. Otra hace referencia al sida: “Se está condenando a muchos jóvenes y adolescentes a llevar y aceptar un estilo de vida gay, en el que no solo no encontrarán el verdadero amor, sino que además encontrarán a menudo soledad, desesperación, frustración... Por no hablar de la fuerte actividad sexual que este estilo de vida implica, y que, aparte de suponer la transformación de personas en objetos de diversión, supone también un gran riesgo para la salud, con enfermedades como el sida”.
Todas las cartas agradecen al obispo Reig Pla su valentía para transmitir a toda España el mensaje de que se puede dejar de ser homosexual. “Que se conozca la mentira gay, que se sepa que es posible el cambio, que se sepa que hay esperanza para todas aquellas personas que no quieren esa vida de sufrimiento, ese infierno”, concluye uno de los testimonios.
El obispo de Alcalá presentó estos testimonios en una misiva pública, fechada este lunes, en la que agradeció a los seguidores de la iglesia por su "cercanía espiritual y apoyo" tras las críticas recibidas por la homilía de Viernes Santo. Reig Pla dio las gracias especialmente a las personas que sienten o han sentido atracción sexual hacia el mismo sexo y que le han enviado por carta sus experiencias.
El obispo de Alcalá se dirigió también a quienes no comparten sus ideas y afirmó que nunca ha tenido intención de ofender a nadie. "A todos respeto y acojo de corazón. Sin embargo, debo decir que la misión que me ha confiado la Iglesia y la caridad de Cristo me urgen a anunciar la verdad contenida en las Sagradas Escrituras", concluyó.
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