Tras ser acusado por el dirigente oficialista Jorge Rodríguez de “robarles las prestaciones sociales a los trabajadores de Globovisión”, el empresario Nelson Mezerhane le respondió a través de una carta abierta.
En el texto, el empresario hace varias acusaciones contra el expresidente del Consejo Nacional Electoral. También habla sobre sí mismo y justifica la procedencia de sus propiedades.
“El origen de mis bienes está claro. Provienen de una historia iniciada por mi padre hace 100 años, de la cual estoy profundamente orgulloso y espero sea continuada por mis hijos y nietos”, dice el texto.
Sobre los hechos que han sido noticia durante los últimos años, aseguró que el Presidente de la República se comunicó con él los días previos a la intervención del Banco Federal para decirle que “le arreglara el problema de Globovisión o se atuviera a las consecuencias”
.
Acusó a Rodríguez de haberle amenzado con las siguientes palabras: “Cuando el Titanic se esté hundiendo, llámame”, sobre lo que agregó: “Se quedó esperando mi llamada”.
“Le queda mal imitar a su jefe riendo y burlándose de las personas que dedicamos nuestras vidas a trabajar por el país”.
En cuanto a los motivos por los cuales estaban depositados los fondos de los trabajadores de Globovisión, Venevisión, la Universidad Simón Bolívar, la Policía Municipal de Chacao y la Contraloría Municipal de Baruta en el Banco Federal, Mezerhane explicó:
“No se trata de ninguna razón oscura. La razón es la misma por la cual la Caja de ahorros de la Guardia Nacional también estaba en el Banco Federal. Porque el banco cumplía a cabalidad con el ordenamiento jurídico que regía su actividad, (…) porque yo soy decente, porque mis instituciones eran serias, porque funcionaban, porque la gente quería, y hoy añora al Federal”.
Hacia el final de la carta, el empresario denuncia que los “bienes del Banco Federal fueron robados por el régimen“, y dice a Rodriguéz que “cada quien juzga por su condición”.
“Usted y sus camaradas quieren hacer ver que yo usé el dinero de los ahorristas del Banco Federal para un provecho particular, y que para mí el dinero del banco era lo mismo que el de una cuenta personal. Los que actúan así son ustedes”.
Escribió que por eso los trabajadores venezolanos no quieren confiarle sus prestaciones al Gobierno.
“Por más campañas de descrédito, venganzas, persecuciones, amenazas, chistes de mal gusto y manipulaciones de toda índole que quieran orquestar en mi contra, la gente sabe la verdad sobre mí, y también sobre ustedes“.
Al final, recuerda lo ocurrido con los famosos juicios de Núremberg tras la segunda guerra mundial.
“Como les aconsejé a sus compañeros Alastre y Hernández Behrens, no olvide la experiencia dejada por los juicios de Núremberg: “Todos los que detentan el poder último en un país sobrerano, incluso aquellos que disponen de un poder absoluto y están por encima de las leyes de su propio país, saben que no son impunes ante la historia”. Esa ‘historia’ comienza muy pronto”.
