Una investigación británica afirma que prescribir a pacientes cardiovasculares estatinas, un fármaco contra el colesterol, podría prevenir 10.000 infartos al año en el Reino Unido, según un estudio publicado en la revista "The Lancet".
Prescribir estatinas al 10 % de los pacientes de enfermedades cardiovasculares durante la próxima década permitiría salvar 2.000 vidas y prevenir 10.000 ataques al corazón cada año, aseguró Colin Baigent, uno de los investigadores, a la cadena británica BBC.
"Durante años se nos ha dicho que el colesterol alto es lo que importa, pero lo que hemos descubierto ahora es que, sea cual sea tu nivel de colesterol, reducirlo es beneficioso", dijo Baigent.
Las estatinas, uno de los fármacos más recetados en el Reino Unido, ayudan a prevenir infartos pero también están vinculadas con efectos secundarios como fallo renal, problemas de hígado, debilidad muscular o un incremento en el riesgo de diabetes.
El estudio, llevado a cabo por científicos de la Universidad inglesa de Oxford, abarcó a 175.000 enfermos de dolencias cardiovasculares de distinta gravedad.
Los investigadores tuvieron en cuenta su edad, presión arterial, niveles de colesterol y estilo de vida para estimar el riesgo que tenían de sufrir un infarto antes de recetar este medicamento.
Concluyeron así que hasta aquellos con menos riesgo cardiovascular experimentaron un descenso en su probabilidad de sufrir un infarto.
Los investigadores recomendaron incluso al Servicio de Sanidad Pública británica que recete estatinas a toda la población a pesar de sus efectos secundarios.
En la actualidad, las autoridades sanitarias del Reino Unido recomiendan la ingesta de este fármaco a personas con un 20 % de riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular en un plazo de diez años.
Sin embargo, Baigent argumenta que la mitad de los fallecimientos por un ataque al corazón se produjeron en personas que hasta entonces eran sanas, por lo que sería necesario tratar también a los que no están enfermos.
"No se puede hacer de otra forma", concluyó el investigador.
EFE