Patria, Fórmula 1, socialismo o muerte, venceremos”. Quizás a partir de hoy Hugo Chávez cambie su famoso lema en honor del piloto Pastor Maldonado, orgullo del presidente de Venezuela y bandera del gobierno bolivariano.
Maldonado logró hoy un hito para su país al convertirse en España en el primer venezolano en ganar un Gran Premio. El piloto desembarcó el año pasado en la Fórmula 1, donde hacía 27 años que no competía ningún venezolano. Lo hizo por su talento, el que le hizo ser campeón del mundo en 2010 de GP2, la categoría inmediatamente inferior, pero también por el apoyo de Chávez y de la maquinaria económica estatal.
“Esto es un sueño para Venezuela. Es un gran momento para nuestro país”, dijo el piloto de Williams tras su victoria en Barcelona.
Maldonado, de 27 años, está orgulloso del apoyo del presidente de su país, al que está dispuesto a devolver la ayuda. Si Chávez puso dinero, el piloto se convirtió en su embajador.
“Ha reconocido mi trabajo y no sólo el mío, sino el de cada uno de nuestros atletas venezolanos. Me ha ayudado mucho tener el reconocimiento del presidente y estar tan cerca de alguien tan importante como el presidente Chávez”, aseguró en 2011 a la agencia dpa Maldonado.
“Seguro que no es sólo béisbol”, afirmó sobre el deporte de su país. Y es que junto a Maldonado, el joven futbolista Yohandry Orozco, el golfista Jhonattan Vegas y el nadador Albert Subirats se han convertido en la mejor representación de Venezuela en el mundo.
Williams, en un mal momento económico, vio el dinero de Venezuela como un maná.
La ayuda a Maldonado y a Williams por parte del gobierno de Chávez se articula a través de la poderosa petrolera estatal PDVSA, cuyas siglas en rojo resplandecen en el Williams azul marino. Según medios venezolanos, el apoyo se cifra en 46 millones de dólares hasta 2015.
Pero además de la petrolera estatal, entre los patrocinadores del piloto se encuentran la telefónica CANTV, el Banco de Comercio Exterior (Bancoex), el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), el Instituto Nacional para el Deporte (IND) y el Ministerio de Turismo.
Tras su éxito en la GP2 en 2010, Chávez condecoró a Maldonado con una orden nacional al deporte, y el piloto repitió la consigna con la que el mandatario termina sus arengas: “Patria, socialismo o muerte, venceremos”.
“Es sólo un lema, quizás eufórico, ya que tiene mucho que ver con el deporte, con los logros, con las victorias”, justificó Maldonado, declarado simpatizante de Chávez.
“Es un lema que él ha utilizado en los últimos años y bueno, si él ha dado todo su apoyo y ha depositado toda su confianza en nuestros atletas, en el automovilismo, que fue un deporte olvidado desde los años ’70 y ’80, pues nosotros también le apoyamos”. Ahora, tras la enfermedad del mandatario, la frase cambió a “viviremos y venceremos”.
Ese apoyo le valió la etiqueta de “pay driver”, de piloto que sólo estaba entre los 24 elegidos por el dinero que atraía.
Pero hoy, con su triunfo en España, demostró que es el estandarte de un equipo de gran tradición que no ganaba desde 2004 y que no saborea un título desde 1997. Williams, que el año pasado vivió la peor temporada de la historia, renace tras una profunda reestructuración.
El triunfo llegó incluso antes de lo previsto. El jueves, sólo tres días antes de la victoria de hoy, dijo a dpa: “Mi objetivo es llegar con Williams a ganar carreras como hacía este equipo anteriormente. Quizá es difícil teniendo en cuenta el paquete que tenemos este año, pero siempre está ahí el objetivo”.
“La realidad es que hoy en día no tenemos un coche para ganar”, añadió. Tres días después, sin embargo, la realidad es otra y su discurso, también: “¿El título? Todo es posible”.
El triunfo quizás le blinde ante la posibiliad de que el patrocinio estatal cambie con las elecciones de octubre en su país, en las que Chávez podría no ser reelegido.
El monto que desembolsó la petrolera es un misterio, al igual que muchas de sus operaciones, pues el intento del diputado opositor Carlos Ramos por conocer los términos del convenio no prosperó.
“Mi trabajo no es callar bocas, sino estar delante y llevar al equipo donde está ahora, a ser cada día más competitivo. Lo que hablen los demás me tiene de verdad sin cuidado”, aseguró Maldonado el sábado. Quizás hoy ya todos den por bueno en Venezuela el dinero invertido.
Por Ignacio Naya y Daniel García Marco