En las provincias de Kumamoto, Oita y Fukuoka hay seis desaparecidos y ayer en la ciudad de Yame, en Fukuoka, unos 3.000 vecinos quedaron atrapados al encontrarse anegadas las carreteras y a la espera de que las tropas de las Fuerzas de Autodefensa japonesas completen su rescate.
A pesar de que para la Agencia japonesa de Meteorología lo peor ya ha pasado, se espera que en las próximas horas se produzcan fuertes lluvias y tormentas eléctricas en diversas áreas afectadas con lo que mantiene para hoy la alerta máxima en las provincias de Saga y Nagasaki, en el norte de la isla sureña de Kyushu.
La Agencia detalló que entre el miércoles y el sábado se registraron en Kyushu hasta 100 milímetros por hora de lluvias mientras que la ciudad de Aso, en Kumamoto, registró más de 800 milímetros por hora en esos cuatro días.
Además, las ciudades de Kioto y Kameoka, en el centro del país, se vieron afectada ayer por lluvias que provocaron la inundación de hasta un centenar de casas y corrimientos de tierras, detalló Kyodo.
El cuerpo de bomberos y la Agencia de previsión de desastres calculan que cerca de 2.800 viviendas quedaron sumergidas por las riadas, mientras que se estima que unas 145 se derrumbaron por la fuerza de las precipitaciones.
EFE