EFE).- Varias decenas de personas murieron hoy en la localidad septentrional de Azaz por los bombardeos aéreos efectuados por el régimen sirio, que afectaron también a once libaneses secuestrados allí supuestamente por los rebeldes sirios.
El activista de Azaz en la provincia de Alepo, Hazem al Azizi, dijo a Efe por teléfono que los muertos ascienden a 40, mientras que los opositores Observatorio Sirio de Derechos Humanos y Comités de Coordinación Local informaron de 20 y 30 fallecidos, respectivamente, aunque no descartaron que la cifra aumente.
Esta nueva masacre coincide con la publicación hoy de un informe de la ONU en el que se responsabiliza a las fuerzas del régimen sirio y a los “shabiha” (milicia progubernamental) de la matanza en la localidad de Hula, donde en mayo pasado fueron asesinados un centenar de civiles, la mitad de ellos mujeres y niños.
En un vídeo difundido por los activistas al que tuvo acceso Efe se ve a decenas de personas intentando rescatar a las víctimas de debajo de los escombros de sus viviendas en Azaz.
Al Azizi explicó que cazas sirios bombardearon un mercado popular y varios edificios, entre ellos uno en el que se encontraban los libaneses, tomados como rehenes el pasado mayo cuando regresaban de realizar una peregrinación en Irán.
El activista no pudo precisar el estado de los libaneses, mientras que el Observatorio informó de que algunos de ellos han resultado heridos y que entre los fallecidos figuran miembros del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS).
Por su parte, en los medios de comunicación libaneses han aparecido informaciones que los dan tanto por muertos como por heridos.
El secuestro de estos libaneses ha levantado una gran polémica en el Líbano, ya que los capturados son de confesión chií, como el grupo Hizbulá, firme aliado del régimen sirio de Bachar al Asad.
Un grupo desconocido hasta ahora, los denominados “Revolucionarios de Siria-Rif Alepo”, se atribuyeron este secuestro en venganza por el apoyo de Hizbulá a las autoridades de Damasco.