El dirigente de Alianza Bravo Pueblo Oscar Pérez, actualmente asilado en Perú, recuerda la marcha del pasado 22 de agosto de 2009 que convocó en rechacho a la Ley de Educación que se discitía en aquel momento en la Asamblea Nacional, por la cual pidió asilo político.
A continuación el texto completo de Oscar Pérez:
Con nostalgia y dolor me toca recordar que hoy, 22 de agosto de 2012, se cumplen ya tres años de la realización de la marcha que por encargo de la Dirección Política de la MUD me tocó organizar y convocar en rechazo a la oprobiosa Ley de Educación que en su momento discutía de manera abusiva el oficialismo en el seno de la Asamblea Nacional y que atentaba contra el desarrollo pleno de nuestros niños y jóvenes a lo largo y ancho del país.Como en otras innumerables ocasiones en la que me correspondió la responsabilidad de organizar algún tipo de actividad o movilización reivindicatoria o en rechazo a algún típico atropello de quienes embriagado de poder pretenden atropellar el estado de derecho y la Constitución Nacional adelanté todas las coordinaciones y diligencias que establece la ley a los fines de garantizar el orden y por sobre todas las cosas velar por la integridad física de quienes participaban en estas jornadas. Eso si, dejando siempre muy en claro que para nada nos subordinaríamos a caprichos políticos o ideológicos de quienes pretenden hacer del ejercicio del poder una forma humillante de abuso.Aquella mañana del 22 de agosto de 2009 en las inmediaciones del Centro Lido, desde donde partiría la marcha, como en los días previos fui muy categórico en hacer llamados a movilizarnos en paz y a no caer en ningún tipo de provocaciones, más aún al estar en conocimiento de las pretensiones oficialistas de buscar perturbar el normal desarrollo de la misma al convocar lo que ellos denominan una “contramarcha” en la misma zona de la ruta por nosotros planteada.Al llegar la cabecera de la multitudinaria marcha a las inmediaciones de la CANTV en la avenida Libertador le hacía espera un desproporcionado contingente de efectivos de la Policía Metropolitana y de la Guardia Nacional que teniendo al frente a un dirigente político disfrazado de Coronel, me refiero al ahora General Antonio Benavides Torres, en medio de arengas revolucionarias preparaba la emboscada a una movilización que con total normalidad se había realizado en todo momento.Ya en las inmediaciones de la CANTV unas 10 personas, las cuales presumimos infiltradas por el oficialismo, comenzaron a derribar unos cuantos cuerpos de la barrera de seguridad colocada por la PM en la pista sur de la avenida Libertador lo cual fue mas que suficiente para que de manera canallesca y criminal se descargara toda la furia de odio y maldad por parte de los efectivos policiales y militares que con perdigones, gases lacrimógenos, agua y golpes atropellaran al gran grueso de la marcha que estaba ubicado en la pista norte de esta avenida caraqueña y donde la gente estaba muy tranquila gritando solo sus consignas.Hoy en el Exilio, seguramente olvidado por muchos, reflexiono sobre todo lo que me tocó hacer en defensa de la Democracia y los derechos de los ciudadanos venezolanos que nacimos y queremos ser plenamente libres. Aún recuerdo cuando me tocó organizar en 2005 una modesta marcha para conmemorar el histórico 23 de enero casi en solitario pues la gente aún estaba golpeada por los resultados del Referendo Revocatorio del 15 de agosto de 2004.Ya brutalmente reprimida la pacifica marcha comenzaron a aparecer los “esbirros” del gobierno en los medios de comunicación señalando que la jornada solo buscaba crear un ambiente propicio para “desestabilizar” el país y señalando de manera directa a Oscar Pérez como el único responsable de los hechos de violencia generados ese día en este punto de la ciudad, paradójicamente protagonizados por efectivos de la Policía Metropolitana y de la Guardia Nacional, para quien pedían un “castigo ejemplar”; el mismo día la Fiscal Luisa Ortega Díaz secundaba estos insólitos señalamientos. Posteriormente los agresores fueron condecorados y los agredidos convertidos en perseguidos.Aún recuerdo cuando en compañía de mi amigo Antonio Ledezma, Patricia Poleo, Helen Fernández, Iván Ballesteros y los familiares de los Presos Políticos comenzamos a recorrer el país exigiendo la libertad de estos hombres y mujeres encarcelados solo por motivaciones de orden político. Nos movilizamos en defensa de la propiedad privada, para exigir respeto a la iglesia, en defensa de los gremios, en rechazo a las ilegales inhabilitaciones políticas, contra la corrupción oficialista, en defensa de la libertad de expresión, de manera muy particular en los casos de RCTV y Globovisión; como no recordar cuando organizamos el “Globopotazo”. Creo que me la tenían jurada.Solo tres escuetas declaraciones en el Ministerio Publico sirvieron para formalizar los cargos en mi contra, me refiero a las declaraciones de los trabajadores de La Hojilla Jorge Amorín, Pedro Carvajalino y Oswaldo Rivero; quienes tan solo con decir “Responsabilizamos a Oscar Pérez de lo que nos pueda suceder” bastó para que me imputaran cargos cuyas penas contabilizan no menos de 20 años de prisión. Lastima que no conté en Venezuela con un equipo de abogados que solidariamente me hubiese ayudado a desenmascarar esta patraña y organizar la defensa que tanto anhele tener en ese momento tan difícil de mi vida.Ahora solo me queda apostar al progreso y al cambio que encarna en la propuesta de Henrique Capriles Radonski, de quien no tengo la menor sombra de dudas tendrá la enorme responsabilidad de enderezar todos los entuertos que ha venido generando el gobierno saliente, no tengo duda alguna de que Capriles será el próximo Presidente de Venezuela.Dios bendiga a Venezuela!!