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miércoles, 22 de agosto de 2012

VENEZUELA;Humberto Prado: Cada 10 horas muere un preso en el país


Humberto Prado, coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), aseveró que cada diez horas muere un recluso, a raíz de la violencia que se vive en las cárceles del país. 

Ofreció cifras extraoficiales, en las que afirmó que en el primer semestre de 2012 se registraron 304 fallecidos y otros 676 heridos en las cárceles venezolanas. Precisó que durante el año de gestión de la ministra de Asuntos Penitenciarios Iris Valela se contabilizan 567 muertes y al menos 1.200 lesionados.



Explicó que las cifras fueron obtenidas en un seguimiento realizado a familiares, reos y en las morgues del país, debido a que en la actualidad no existe un sistema de identificación de los privados de libertad en caso de situaciones de violencia y traslados. 

Prado subrayó que el Estado no se ha dado cuenta de la responsabilidad que tiene con los penales venezolanos y se les ha olvidado que los internos están bajo su custodia. 

Propuso la creación de un cuerpo especializado en la seguridad de las cárceles, la construcción de penales y la descentralización. Sobre este último, destacó que los gobierno regionales tienes direcciones de salud, educación y desarrollo, que junto a otros sectores de la sociedad se podría llegar a ejecutar acciones puntuales en pro de la mejoría carcelaria.

Sentenció que el Gobierno Nacional es el responsable de la existencia de armas en los penales del país. “Esperan que las cárceles estallen para decir que lamentablemente hubo un enfrentamiento con grupos, con pranes y no actúan previamente”, acotó.

Sobre la reinserción en la sociedad de las personas que han cumplido condenas, el vocero de OVP comentó que el Estado se ha encargado de degradar a los ciudadanos en las cárceles, a las que calificó como “universidades del delito” y “depósitos humanos”. 

“Esto no puede ser con políticas de ensayo y error porque estamos hablando de seres humanos”, agregó.

Dijo que para generar paz en los penales también es necesario que los reclusos tomen conciencia propia de su situación, tengan voluntad de no reincidir y dediquen su tiempo en la lectura, cultura, deportes, teatros y otros; es decir, convertir lo negativo en tiempo positivo.