Este miércoles Presidentes latinoamericanos, de México a Colombia pasando por América Central, se unieron en la Asamblea General de la ONU para pedir la revisión de la actual estrategia de guerra contra las drogas, cuyos resultados son cada vez más cuestionados.
"Cincuenta años es suficiente tiempo para poder evaluar con claridad lo que hemos hecho y para comprender por qué no obtenemos los resultados que esperamos", señaló el presidente guatemalteco Otto Pérez.
"La premisa de nuestra lucha contra las drogas ha mostrado serias falencias, ya que lamentablemente no ha sido posible erradicar el consumo de drogas en el mundo", agregó Pérez, quien ha propuesto en el pasado la despenalización de las drogas.
Según datos oficiales estadounidenses, el 90% de la droga que es enviada desde Sudamérica a Estados Unidos utiliza el istmo centroamericano como punto de paso y almacenamiento, lo que ha convertido a América Central en la zona más violenta del mundo.
Colombia, que es junto a Perú el principal productor de cocaína del mundo, con 345 toneladas en 2011, tiene también una pesado pasivo en materia de violencia.
El presidente mexicano, Felipe Calderón instó a la ONU a encabezar una discusión "sin falsos prejuicios" sobre la cuestión.
"Exijo a las Naciones Unidas que no solo participe, sino que encabece una discusión a la altura del siglo XXI, sin falsos prejuicios, y nos lleve a todos a encontrar soluciones con enfoques nuevos y eficaces", afirmó.
La ONU "debe examinar con honestidad, con rigor académico y responsabilidad global, cuáles pueden ser esas alternativas, específicamente alternativas regulatorias y de mercado, que nos permitan saber si son realmente o no alternativas", agregó el Presidente mexicano, que criticó el "enfoque prohibicionista" que produce enormes sumas de dinero en el mercado negro para los criminales.
El presidente de Colombia Juan Manuel Santos, coincidió en que "hay que determinar sobre bases objetivas, bases científicas si estamos haciendo lo mejor que podemos o si existen mejores opciones para combatir con más eficacia ese flagelo", indicó.
Recordó que los líderes de la región han encomendado a la Organización de Estados Americanos (OEA) un análisis de esta problemática que tanto ha afectado a su país.
"Es solo un primer paso, pero uno de gran importancia. Es el comienzo de una decisión que el mundo ha evadido durante muchísimos años y esperamos al final produzca resultados concretos", explicó AFP