La crisis europea frena el comercio global
La crisis de la deuda europea ha hecho mella en el comercio mundial. Tras arrancar el año con un aumento del comercio del 1,2%, los intercambios comerciales apenas crecieron el 0,3% entre abril y junio, según los datos hechos públicos por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las causas de semejante desaceleración hay que buscarlas en los débiles y "decepcionantes" datos de empleo y crecimiento en Estados Unidos, los malos datos de producción industrial en China, el primer exportador mundial, y, sobre todo, en la crisis de deuda europea, que ha agudizado las medidas de ajuste y, con ello, ha agravado la crisis económica.
De esta forma, la OMC se ha visto obligada a revisar sus previsiones de crecimiento del comercio para el conjunto del año. La organización prevé que los intercambios comerciales crecerán el 2,5% en el conjunto de 2012, lejos del 3,7% previsto en abril. Para 2013, la rebaja se sitúa en la misma línea con un aumento del 4,5% y no del 5,6% como habían calculado previamente.
El impacto de la crisis de deuda europea sobre la economía global es muy destacado. La UE representa aproximadamente el 35% del comercio mundial y el 60% de las importaciones de los países desarrollados, lo que explica esa estrecha dependencia. De hecho, el comercio intracomunitario se ha reducido un 3,5% en el segundo trimestre, lo mismo que han caído las importaciones europeas procedentes de otros países.
"En un mundo cada vez más interdependiente, los choques económicos de una región pueden trasladarse con rapidez a otras", admitía el director general de la OMC, Pascal Lamy. "Las recientes medidas anunciadas para reforzar el euro e impulsar el crecimiento en Estados Unidos son más que bienvenidas. Pero se necesita hacer más. Necesitamos un renovado compromiso para revitalizar el sistema comercial multilateral que puede devolver certidumbre económica en un momento muy necesario. La última cosa que la economía mundial necesita en este momento es la amenaza de un proteccionismo creciente", subraya Lamy en una nota.
En todo caso, la OMC apunta que sus previsiones se basan en dos premisas: "que las actuales medidas políticas serán suficientes para evitar una ruptura del euro" y que en Estados Unidos se alcanzará un acuerdo para estabilizar las finanzas públicas, evitando recortes automáticos de gasto y subidas de impuestos a principios de 2013. "Un fallo en estos y otros supuestos podrían echar por tierra las últimas previsiones".
Para 2012, la OMC prevé un aumento del 1,5% en las exportaciones de los países desarrollados (antes 2%), y un 3,5% en las de los países en desarrollo (desde el 5,6% anterior). Por el lado de las importaciones, se prevé casi un estancamiento en los países ricos con un 0,4% (1,9% antes) y un robusto 5,4% en los emergentes (6,2% anterior
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