La policía afgana detuvo el miércoles a cuatro personas sospechosas de haber participado en la decapitación de una joven afgana, Mah Gul, de veinte años de edad, que se negó a prostituirse y no dudó en enfrentarse a su marido, Najibullah, y a la familia de este, su suegra, su suegro, y otros miembros del clan familiar.
Los hechos ocurrieron en la ciudad afgana de Herat donde ayer el jefe de la Policía local anunció la detención de Najibullah, el presunto autor material del asesinato, quien se defendió acusando a la madrastra de Mah Gul, la madre del marido y asesino, de ser la que dio la orden y la que habría asegurado a Najibullah que la chica era ya una prostituta y que ahora se negaba a trabajar para la familia.
Al menos cien casos de violencia contra las mujeres se han registrado en la provincia de Herat en lo que va de año, según anunció ayer Abdul Qader Rahimi, director regional de la Comisión de Derechos Humanos de Afganistán, quien aseguró que se había registrado un peligroso aumento en el número de casos de este tipo. «Al menos en esta ocasión, el culpable ha siso arrestado y llevado ante la Justicia».
ABC