DPA) – El Mercosur “no necesita ni debe” intervenir en el debate en Venezuela sobre la fecha de posesión del presidente Hugo Chávez para un nuevo mandato, prevista el 10 de enero, afirmó el politólogo alemán Heinz Dieterich, ideólogo del llamado “Socialismo del siglo XXI” y exaliado del chavismo.
En una entrevista exclusiva que publica hoy el diario brasileño “Folha de Sao Paulo”, el politólogo considera que el bloque, que en julio recibió a Venezuela como socio pleno, no debería manifestarse si Venezuela opta por aplazar la investidura en caso de que Chávez, quien se recupera en Cuba de una operación contra un cáncer, no esté en condiciones de asumir su nuevo mandato en la fecha prevista.
Según Dieterich, Cabello quiere “ignorar” el “testamento político” de Chávez, quien, antes de viajar a Cuba este mes, pidió a sus compatriotas que apoyen como su sucesor al canciller y vicepresidente Nicolás Maduro, en caso de que no pueda completar el mandato recibido en las últimas elecciones.“El Mercosur no necesita ni debe interferir. Es un problema interno que los venezolanos son perfectamente capaces de resolver”, dijo el experto, quien sin embargo acusó al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, de planear “un golpe de Estado institucional” al proponer la postergación de la toma de posesión de Chávez.
“Maduro no puede aceptar el intento de golpe de Estado institucional de Cabello”, enfatizó Dieterich, quien rompió con el “chavismo” en 2007 y sostiene una dura batalla verbal con el presidente de la Asamblea Nacional, a quien comparó con el dictador soviético Josef Stalin.
Por otra parte, se manifestó convencido de que el chavismo depende de la presencia de Chávez: “Nadie puede sustituirlo. Es idéntico al fenómeno del peronismo. Todos los que sustituyeron a (Juan Domingo) Perón y a Evita no fueron más que sombras de los próceres fundadores”.Dieterich sostuvo además que Chávez no confía en Cabello, y que lo nombró presidente de la Asamblea Nacional porque “inspira temor”, ya que “tenía información y no tenía escrúpulos en usarla”.
El politólogo, quien rompió con el chavismo en 2007, sostuvo además que el sistema vigente en Venezuela no es el “socialismo del siglo XXI”, sino una “versión del desarrollismo corporativo de Perón”, expresado en “un Estado desarrollista democrático-burgués”.