Ante el muro burocrático, internet se ha convertido en el arma de los ciudadanos de Tailandia para denunciar los casos de extorsión a los que se ven sometidos por parte de los miembros corruptos de los estamentos oficiales del país.
Vista la repercusión obtenida por los pioneros, cada vez es mayor el número de vídeos alojados en portales como "Youtube" donde policías son cazados "in fraganti" por las cámaras de los móviles de las víctimas.
En la grabación (http://bit.ly/QXkOXN) publicada la semana pasada, se observa y escucha cómo un agente de tráfico le pide a un conductor 300 bat (unos 10 dólares) para "un café", mientras uno de los pasajeros del vehículo registra el incidente con su teléfono móvil.
En otra anterior (http://bit.ly/Tya2GG), se aprecia claramente como un policía acepta un soborno a cambio de no multar al conductor después de cometer una infracción vial.
A iniciativa de las víctimas, los archivos divulgados por la red de redes son cada vez más ricos: un sargento de la Policía contando un fajo de billetes tras una casa; un agente pidiendo una "retribución" a los comerciantes de una zona de Bangkok...
La Policía Real de Tailandia es el departamento estatal más corrupto del país con más de 25.000 denuncias, según un informe de la Oficina del Defensor del Pueblo publicado el mes de marzo.
"Es común que los policías le pidan dinero a los conductores a cambio de multas que se inventan o les reclamen parte del negocio a los comerciantes", afirma un tailandés quien no quiere que su nombre sea revelado.
Numerosos medios locales se han hecho eco a través de internet de un reportaje emitido por el canal de la televisión australiana "Channel 9" que cuenta la historia de un turista del país oceánico que fue presionado por la Policía para firmar una declaración de culpabilidad en un accidente de moto, donde falleció la novia del viajero, a cambio de su pasaporte.
El padre del joven australiano admitió en el reportaje haber pagado en una comisaría una suma de dinero de entre 15.000 y 30.000 dólares (12.000-24.000 euros) para liberar a su hijo.
Centenares de fotografías están disponibles en la red donde funcionarios compran falsificaciones o pornografía, por ejemplo, en horario de servicio.
No obstante, las prácticas corruptas no son exclusivas del cuerpo policial, sino que son habituales en casi todos los ámbitos de la sociedad tailandesa.
"Esta forma de pensar codiciosa se ha convertido en parte de la cultural del país y complica la lucha contra ella. Dondequiera que mires, la encontrarás", declara el portavoz del partido Demócrata para asuntos de corrupción, Wilas Chanpitak.
Las acusaciones de corrupción y malversación de fondos públicos se cruzan a diario entre los miembros de los diferentes partidos que componen el Parlamento de Tailandia.
En 2011, un informe de la Comisión Nacional Anticorrupción estimó en 600.000 millones de bat (unos 18.000 millones de dólares), un 20 % del presupuesto nacional anual, los sobornos que pagan las empresas privadas a políticos, funcionarios y otras autoridades oficiales.
La corrupción generalizada sirvió como argumento al Ejercito cuando perpetró un golpe de Estado incruento contra el Gobierno del primer ministro Thaksin Shinawatra en 2006.
Dos años después, Shinwatra fue condenado en rebeldía a 24 meses de prisión por un caso de corrupción y actualmente se encuentra en el exilio, prófugo de la justicia de su país.
Una encuesta nacional publicada en 2011 apuntó que un 64,5 % de la población acepta la corrupción en la Administración siempre que el país prospere.
EFE