Se siente más valiente, libre y fuerte. Alicia Keys, la neoyorquina que puso el grito soul en el cielo gracias a éxitos como "Fallin", afronta una nueva etapa de madurez con "Girl on fire", donde saca a la luz su lado más sentimental.
"Ahora tengo una visión mucho más clara de lo que soy, de lo que quiero contar y de cómo me siento", explica a Efe la cantante estadounidense durante su visita a España en una fecha muy especial para ella, su cumpleaños (Manhattan, 1981).
Desde que a los siete años comenzara a tocar el piano y después de ser apadrinada por Clive Davis -el descubridor de Whitney Houston-, Keys ha vendido más de treinta millones de discos y ganado catorce Grammys y diecisiete Billboard convirtiéndose en una de las artistas noveles más laureadas de la última década.
"Soy mucho más valiente, poderosa y fuerte. Espero que la gente reciba y sienta también así estos sentimientos", confiesa la artista estadounidense en plena promoción de su quinto álbum, "Girl on fire".
En él, Keys explora una nueva forma de concebir la música, con una impronta de baladas, entre las que se pueden escuchar "Brand new me", una composición que habla de superación e independencia, escrita a dúo junto a la sensación británica del momento, Emeli Sandé, a la que define como "especial".
"Estoy viviendo un momento muy bueno en mi carrera", añade Keys, para quien la música "lo significa todo" gracias al poder que tiene en la vida de las personas.
Así, para la voz de "No one", es libertad, exploración, e incluso un diario personal en el que depositar sus sentimientos a través de melodías como "Girl on fire", una oda femenina.
Precisamente este ha sido el tema con el que Keys ha presentado su nuevo trabajo, y la canción que ha sonado inclusive en la ceremonia de investidura del presidente estadounidense Barack Obama, junto a otras artistas como Beyoncé.
"Es muy importante para mí apoyarlo en este segundo mandato. Este es el más importante porque con uno solo es muy difícil cumplir todas las promesas que todavía quedan por llegar", agrega la neoyorquina, muy involucrada durante toda la campaña de reelección del candidato demócrata.
En el horizonte más cercano su próxima meta será poner voz al himno nacional de EEUU en la ceremonia previa de la próxima Super Bowl XLVII, un honor que la situara junto a estrellas de la talla de Billy Joel, Diana Ross, Mariah Carey o la propia Whitney Houston.
A pesar de ello, Keys no se muestra "todavía" nerviosa, y asegura sentirse "emocionada y centrada" en preparar una buena versión de sí misma, aportando su toque más personal.
Y es que la neoyorquina, de madre italoirlandesa y padre jamaicano, se ha convertido en la actualidad en una auténtica todoterreno, compaginando su familia, la música, su labor humanitaria, y su recién estrenada faceta como productora y compositora en el cine.
Se la pudo ver en el festival de Sundance, presentando "The Inevitable Defeat of Mister and Pete", dirigida por George Tillman, Jr., y protagonizada por Skylan Brooks, Ethan Dizon y Jennifer Hudson, entre otros.
"Me pareció muy interesante desde el punto de vista artístico, sobre todo, conocer a los nuevos creadores", cuenta Keys sobre su experiencia allí, donde acudió para dar a conocer una historia de niños que sobreviven solos en las calles de Brooklyn.
"Me gustaría trabajar más en el cine. Quiero contar historias diferentes", comenta la artista estadounidense, para quien dedicar su tiempo, energía, dinero, ideas y dedicación junto a la organización "Keep a Child Alive" es algo "increíble".