AFP-El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció este lunes la apertura de una investigación interna en su partido después que la prensa revelara un supuesto caso de corrupción, que está sacudiendo al gobernante Partido Popular (PP).
"Para disipar todo tipo de duda (Rajoy) ha dado instrucciones para que se desarrolle una profunda y exhaustiva investigación interna sobre las finanzas del partido y sobre el modo de retribución del personal del PP", declaró a la prensa la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
"Todo el partido tiene la obligación de colaborar en este procedimiento de investigación", añadió, precisando que junto con la investigación habrá una "auditoría externa", ya que el "fin último es la transparencia y que se conozca toda la verdad".
El viernes, el diario de centro-derecha El Mundo había desvelado que dirigentes del PP recibieron durante veinte años complementos de sueldo no declarados, provenientes de empresas privadas.
Citando "cinco fuentes solventes de las sucesivas direcciones del partido", el diario El Mundo afirmó que el extesorero del PP, Luis Bárcenas, distribuyó durante dos décadas sobres que contenían entre 5.000 y 15.000 euros a dirigentes del partido como sobresueldos.
Según el diario, Rajoy, presidente del PP desde 2004, no percibió nunca estos complementos salariales y ordenó en 2009 poner fin a esta práctica.
La prensa española, citando fuentes judiciales, también afirmó la pasada semana que Luis Bárcenas había tenido hasta 2009 "con otras personas" una cuenta en Suiza con 22 millones de euros.
Durante una reunión de la dirección del partido este lunes, Rajoy "ha señalado claramente que el Partido Popular no tiene ni ha tenido nunca ninguna cuenta bancaria fuera de España", declaró Cospedal.
Después que la oposición socialista exigiera explicaciones, el jefe del gobierno español afirmó el sábado que no le iba a "temblar la mano" si miembros de su partido eran declarados culpables de malversación.
Pero este nuevo escándalo, en un país donde se han multiplicado los asuntos de corrupción, amenaza con una mayor pérdida de credibilidad de la clase política, ya muy minada por la gestión de la crisis económica.