El papa Francisco ha cambiado su trono de oro por un cómodo sillón durante las audiencias en las que ha recibido a diversas autoridades internacionales.
El hecho ha sido destacado por la prensa internacional como un acto de humildad y sencillez.
Además, el sumo pontífice no recibe a las autoridades en sobre una tarima, sino a la altura de los demás.EFE