El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que el próximo viernes iniciará un nuevo mandato de cuatro años, aseguró este jueves que no se presentará a una nueva reelección y que confía en que surgirá un nuevo cuadro del oficialismo para continuar, a partir de 2017, su "revolución ciudadana".
Correa, que llegó al poder en 2007, dijo en una entrevista en televisión que "sería un gran fracaso" para el movimiento oficialista Alianza País, que él dirige, terminar su gestión en 2017 y que no haya quién le sustituya.
"Todos somos necesarios, pero nadie imprescindible", apostilló el mandatario que logró la reelección tras alcanzar una contundente victoria en los comicios del pasado 17 de febrero.
Asimismo, destacó la victoria que Alianza País logró en las elecciones legislativas celebradas en la misma fecha y opinó que, con el control del Parlamento, donde tendrá una amplia mayoría, "está prohibido fallar".
"Hemos avanzando mucho, el país es totalmente diferente al que recibimos hace seis años", pero todavía "queda mucho por hacer", añadió el mandatario, para quien lo principal en su gestión ha sido "cambiar las relaciones de poder" hasta el punto en que "en el país ya no dominan los poderes de siempre".
Correa agregó que en su nuevo periodo promoverá una "nueva ley de régimen monetario" y una "nueva ley de instituciones financieras", para asegurar que no sea el capital financiero el que dirija los destinos nacionales, como recordó que ocurría en el pasado, sino para garantizar que "aquí mande el pueblo ecuatoriano".
También se refirió a políticas en favor de los emigrantes ecuatorianos que se encuentran en el exterior y a aquellos que deseen retornar al país.
Correa, asimismo, señaló que en su nuevo periodo impulsará políticas en favor de la infancia y que robustecerá las estrategias para mejorar la educación.
EFE