La policía española detuvo este martes de madrugada a dos presuntos miembros de ETA, anunció el ministerio del Interior, asestando un nuevo golpe a la ya debilitada organización armada independentista vasca.
Los detenidos, ambos en la provincia vasca de Guipúzcoa, en el norte de España, son Jon Lizarribar Lasarte, nacido en 1976, y Rubén Gelbentzu González, nacido en 1974, informó el ministerio en un comunicado.
"Ambos están considerados miembros del denominado comando legal Izarbeltz de ETA, y la Guardia Civil tiene acreditada su participación en cuatro atentados en 2002" en las regiones de Navarra y Aragón, precisó.
Realizadas por la Guardia Civil española "sobre las tres de la madrugada", estas detenciones fueron posibles gracias al análisis de "numerosa documentación intervenida en Francia a varios dirigentes" de ETA, agregó.
Esta documentación permitió, según el ministerio español del Interior, "determinar que existía en 2002 una estructura (...) que sería responsable de diversos atentados que se encontraban sin esclarecer". "Esta estructura estaba dinamizada y coordinada por miembros liberados de ETA, enviados desde Francia, y cuya identidad no se conocía", aseguró.
Lizarribar había huido a finales de 2003 a Francia donde fue detenido un años más tarde y condenado en 2007, "por un delito de asociación de malhechores con fines terroristas", a una pena de seis años de cárcel tras la cual regresó a España, precisó.
Gelbentzu por su parte había sido detenido en 2003 en España junto a otros once presuntos miembros de ETA en el "marco de una operación llevada a cabo contra el 'Aparato de Captación'" de la organización, y puesto en libertad tres días después.
Considerada responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco y Navarra, ETA anunció el 20 de octubre de 2011 "el cese definitivo de su actividad armada".
Muy debilitada por la multiplicación de golpes policiales, la organización armada solo cuenta con algunas decenas de miembros en libertad, según los expertos, y su prioridad es solucionar la situación de sus cerca de 700 presos diseminados por las cárceles de España y Francia.
Los gobiernos de España y Francia rechazan negociar con la organización y le exigen una disolución sin condiciones.
Un total de 59 presuntos militantes de ETA fueron detenidos desde la llegada al poder del gobierno conservador español en diciembre de 2011, subrayó el ministerio del Interior.AFP
