El Gobierno alemán calificó hoy de "grave revés" para la democracia el golpe de estado militar contra el presidente egipcio, Mohamed Mursi, y apremió a las autoridades del país a regresar al marco constitucional.
La suspensión del orden democrático, "no una solución sólida" ante los graves problemas que afronta Egipto, apuntó el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, en un comunicado difundido por su departamento.
El jefe de la diplomacia alemana advierte asimismo del "serio peligro" que el derrocamiento puede tener en la transición democrática emprendida por el país, tanto para Egipto como para el resto de la región.
Westerwelle apremia a "todos los responsables" egipcios a mostrarse conciliadores y dialogantes y a buscar juntos el camino hacia una solución para la "grave crisis de Estado" producida.
"Ningún grupo social debe quedar excluido" de ese proceso, apunta el ministro.
Westerwelle apremia además a no practicar detenciones arbitrarias ni incurrir en persecución política, así como a no restringir derechos como la libertad de prensa y manifestación.
Alemania es uno de los grandes socios comerciales de Egipto y ambos países han cuidado siempre sus relaciones bilaterales, tanto en tiempos del dictador Hosni Mubarak hasta la actualidad.
La canciller Angela Merkel recibió en Berlín el pasado enero a Mursi, ante el que reforzó su compromiso de apoyo, en medio de la grave situación económica que ya entonces sacudía su acción de gobierno y en medio de violentas protestas en ese país.
El departamento de Exteriores desaconseja, a través de las advertencias a los viajeros de su página de internet, todo viaje no imprescindible al Cairo, en razón de la "volátil" situación de seguridad.
Recomienda, asimismo, restringir toda estancia en las regiones turísticas consideradas más seguras, como Luxor y los cruceros por el Nilo, al tiempo que califica de "estable" el funcionamiento de los aeropuertos. EFE