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domingo, 15 de septiembre de 2013

La muerte al modo wayúu: cómo se celebra el segundo velorio

La muerte al modo wayúu: cómo se celebra el segundo velorio
El amor que sienten hacia sus muertos es inmenso; les rinden respeto y tributo. Buscan siempre sus raíces ancestrales, son los Wayúu, etnia indígena de mayor población en Venezuela, ubicada en el territorio fronterizo en el que se abrazan Venezuela y Colombia, y que para sus nativos no tiene divisiones.

La cosmovisión que tienen los Wayúu sobre la muerte es ancestral. Como parte de los rituales de las familia wayúu, ellos celebran el segundo velorio o "entierro al modo wayúu", que se realiza al transcurrir más de ocho años de la muerte de un miembro de esta población. Es el punto de encuentro familiar. 

En medio de una ceremonia, los restos del Wayúu son desenterrados para despedirlos para siempre permitiendo la liberación de su alma de forma definitiva y su partida hacia Jeripa (paraíso de los Wayúu muertos).

Los indígenas planifican la ceremonia en reuniones familiares, por lo menos, un año antes del evento. En estas reuniones se selecciona a una “limpiadora de huesos”, quien realizará el ritual ancestral. 

El fotógrafo documentalista venezolano Eduardo Fuentes, quien viajó a la Guajira durante más de 4 años para vivenciar estos rituales, asegura que para estas mujeres es un “honor” realizar el ritual, puesto que se ganan el respeto de sus familiares. 

“Estas limpiadoras siempre vienen de la parte materna del difunto, las cuales se preparan física, mental y espiritualmente, seis meses antes de la exhumación. En ese período no pueden comer carnes rojas, tomar alcohol, rascarse ni tener sexo, y lo mismo sucede seis meses después del velorio”, explica Fuentes.

La tribu Wayúu es matriarcal, las mujeres son las que guían el hogar. El fotógrafo cuenta que el día que se limpian los huesos del muerto, las limpiadoras no pueden dormir, debido a que si duermen; el difunto, según sus creencias, “se le monta encima, literalmente, y no las dejan vivir en paz por toda su vida”. 

El chirrinque es la bebida por excelencia de los Wayúu. En los velorios se rocían los ataúdes y limpian los huesos con esta bebida y para purificar el alma de los muertos.

Fuentes opinan que el ritual es una “celebración sin música”. “Es un gran despliegue de poderíos económicos entre las familias. Los segundos velorios wayúu son muy costosos porque se invierte mucho dinero en la comida que se repartirá, en las enramadas que se colocan, ya que las familias serán bien vistas dependiendo de la atención que le brinde a los invitados”, acota. 

Durante los velorios se matan animales para repartirlos entre los asistentes. Según sus creencias, mientras más animales se sacrifican el difunto llega en mayor compañía a Jepira. 

Luego de la limpieza, los restos se trasladan a unas pequeñas urnas donde son velados por un día para pasar al camino de los muertos o "al camino de las aguas". 

Posteriormente al sepelio, los miembros cercanos al difunto se quedan por más de tres días en el cementerio para acompañarlo en su partida. 

Fotos: Eduardo Fuentes