AFP).- China prometió más de 20.000 millones de inversiones en el sector petrolero y social venezolano este domingo durante la visita a Pekín del presidente de Venezuela, Nicolas Maduro, para ratificar la relación estratégica con el gigante asiático.
El presidente venezolano se reunió este domingo con el presidente chino, Xi Jinping, durante su primera visita oficial al país asiático desde que asumió la presidencia, en abril, tras la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez.
Con esta visita, Maduro ha querido “ratificar y ampliar la alianza estratégica y el desarrollo compartido de recursos mutuos que supo construir nuestro querido comandante y padre eterno Hugo Chávez”, dijo en una reunión privada con Xi.
Para Xi, la visita de Maduro supone un “impulso para que las relaciones puedan ascender a un nuevo nivel”.
Ambos países, con un intercambio comercial de más de 20.000 millones de dólares en 2012, mantienen una alianza estratégica en áreas como la energía, industria, tecnología y vivienda.
Precisamente, durante esta visita, la compañía estatal venezolana Pdvsa y la china Cnpc acordaron el desarrollo de un nuevo proyecto en el bloque Junín 10 de la Faja del Orinoco para producir 220.000 barriles diarios con una inversión de 14.000 millones de dólares, dijo el ministro de Petróleo y Minería Rafael Ramírez, en su cuenta Twitter.
Asimismo, la prensa china menciona otro acuerdo con la Sinopec en el campo Junín 1, aunque por el momento se desconocen los detalles.
En el sector social, el Banco de Desarrollo de China se ha comprometido a otorgar unanueva línea de crédito de 5.000 millones de dólares a Venezuela “para el desarrollo” del país sudamericano, anunció Maduro en su cuenta Twitter.
“Con este crédito financiaremos viviendas, agricultura, transporte, industria, vialidad, electricidad, minería, salud, ciencia y tecnología”, explicó Maduro.
Esta nueva línea de crédito alimentará el Fondo Mixto China-Venezuela, creado en 2007 y que ha financiado proyectos de desarrollo de infraestructura, agricultura y temas aeroespaciales como han sido los dos satélites venezolanos que se encuentran actualmente en órbita, el Simón Bolivar y el bien Francisco Miranda, producidos y lanzados por China.
En total, durante esta visita los dos países firmaron 27 acuerdos que buscan fortalecer el intercambio económico, comercial y cultural entre ambos países.
Esta es la octava visita oficial que realiza un presidente venezolano a China. Seis de ellas las efectuó Hugo Chávez durante sus 14 años de gobierno.
“Venezuela está en una etapa especial de la transición hacia un nuevo modelo económico del socialismo del siglo XXI, que tiene que ser productivo y diversificado”, afirmó Maduro en reunión con Xi, enfatizando que la relación con China proporciona elementos importantes para el desarrollo económico de Venezuela.
Relación estratégica
La relación con Venezuela está considerada por China como estratégica. El país asiático es hoy el principal acreedor internacional de Venezuela, con préstamos que superan los 36.000 millones de dólares hasta 2012.
A cambio, Venezuela se ha comprometido a enviar 640.000 barriles de petróleo diarios a China, de los cuales 264.000 se destinan a pagar la deuda.
El Banco de Desarrollo chino también financiará, con 700 millones de dólares, la explotación conjunta con la empresa Citic, del yacimiento de oro Las Cristinas, unas de las reservas más grandes del mundo, y la creación de un mapa minero de Venezuela.
El presidente Maduro y el vice primer ministro chino, Zhang Gaoli, inauguraron la XII Comisión Mixta China-Venezuela, en la que se adelantaron acuerdos culturales, científicos, educativos y de desarrollo agrícola y de infraestructura.
El Eximbank acordó el financiamiento de la construcción del terminal marítimo de Petroquímica de Venezuela en Morón para exportar urea y amoniaco por 391 millones de dólares.
Maduro llegó el sábado a Pekín en medio de una polémica entre Washington y Caracas.
El ministro venezolano de Exteriores, Elías Jaua, acusó el jueves a Estados Unidos de haber denegado a Maduro el sobrevuelo de su territorio en su viaje a Pekín, decisión calificada de “insulto” y “falta grave” por Caracas.
Estados Unidos replicó que sí autorizó el uso de su espacio aéreo y desmintió que hubiera negado la visa a parte de la delegación venezolana para que acuda la semana próxima a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, tal como acusó Maduro.