El banco suizo UBS fue inculpado el
miércoles por blanqueo con el agravante de fraude fiscal en Francia y
sometido a una fianza de más de 1.000 millones de euros, un escándalo
que se añade a los problemas que ya sufrió la entidad en Estados Unidos y
Bélgica.
La acusación formal, pronunciada por dos jueces de delitos
financieros en Francia, se basa en sus actividades de captación de
clientes ricos en Francia, a los que proponía abrir cuentas en Suiza sin
declararlas ante las autoridades.
El banco y la justicia francesa buscaron sin éxito un acuerdo
extrajudicial. El ministro de Finanzas, Michel Sapin, “rehusó esa
transacción” explicó una fuente del ministerio a la AFP.
“En los últimos años hemos hecho todo lo posible para resolver este
asunto [...] No es aceptable para nosotros que este caso se haya
convertido en un proceso muy politizado” reaccionó el banco en un
comunicado.
En esta investigación, abierta tras una denuncia de extrabajadores,
UBS está acusada de haber permitido a sus agentes comerciales suizos
buscar clientes en Francia, violando así la legislación, y de haber
creado una doble contabilidad para ocultar los movimientos de capitales
entre Francia y Suiza.
En junio de 2013 el banco ya fue inculpado por “captación ilícita” de
clientes y su filial francesa fue acusada de complicidad. Varios
ejecutivos franceses de UBS están siendo investigados.
La inculpación actual por parte de los jueces Guillaume Daïeff y
Serge Tournaire cubre el periodo 2004 y 2012 y aumenta sustancialmente
la fianza, de 2,8 millones de euros a 1.100 millones de euros, que UBS
deberá depositar “de aquí al 30 de septiembre” anunció a la AFP una
fuente judicial.
La reputación de UBS se vio afectada en Estados Unidos por otra
investigación de evasión fiscal que se saldó en 2009 con una multa de
780 millones de dólares.
En junio pasado la banca de negocios helvética también fue acusada de blanqueo y fraude fiscal en Bruselas.
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